El nuevo repunte del euro y la incertidumbre sobre Grecia mantenían las caídas a primera hora de la mañana. Pero unos datos macroeconómicos mejor de lo esperado permitían una apertura alcista al otro lado del Atlántico, con el Dow Jones superando de nuevo los 18.000 puntos. Los inversores parecen ser ya conscientes de que la […]
Dirigentes Digital
| 18 jun 2015
El nuevo repunte del euro y la incertidumbre sobre Grecia mantenían las caídas a primera hora de la mañana. Pero unos datos macroeconómicos mejor de lo esperado permitían una apertura alcista al otro lado del Atlántico, con el Dow Jones superando de nuevo los 18.000 puntos. Los inversores parecen ser ya conscientes de que la primera subida de tipos se producirá en septiembre. Pero la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dejó claro ayer que la normalización de la política monetaria a largo plazo se hará de forma gradual y siempre según la evolución de sus dos parámetros clave: el mercado laboral, con especial atención al índice de coste de empleo, y la inflación.
Las compras también se han visto favorecidas por una mejora en el mercado de deuda, con el interés del bono español a diez años bajando del 2,3%, lo que ha llevado la prima de riesgo a alejarse de los 150 puntos básicos que rondaba en las últimas sesiones.
El papel de la Fed
No sorprendió la Fed el miércoles, pero sí confirmó que el primer incremento del precio del dinero desde 2006 se producirá después del verano, probablemente en septiembre, y sin descartar otra subida antes de que acabe el año, dependiendo de la macro y del contexto internacional. Eso sí, matizó que la subida será gradual y, destacan desde Renta 4, "con un nivel de llegada inferior al de otros ciclos monetarios alcistas (en torno a 3,5%), e incluso algo inferior a lo anticipado en anteriores reuniones (25 puntos básicos inferior en 2016 y 2017 según el último dot plot)".
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, añade que "al final, Yellen volvió a decir lo mismo pero con otras palabras: lo irán viendo reunión a reunión. Claro, los datos mandan. Pero, ¿qué datos? Esto no lo aclaró. Aunque es más que probable que la Fed suba tipos de interés un par de veces este ejercicio, no queda del todo claro que sea capaz de proceder de forma ordenada con la normalización de tipos. Y me refiero al menos de entrada a otros datos que deberá tener en cuenta: el contexto internacional y los propios mercados".
Con la Fed en el "retrovisor", la cita clave del día será la reunión del Eurogrupo, en la que se volverá a abordar el acuerdo entre Grecia y sus acreedores para desbloquear el último tramo del segundo rescate y que Atenas sea capaz de hacer frente a sus pagos. El 30 de junio finaliza el plazo de dicho programa y la república helena debería abonar 1.600 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). Es más, en julio tiene pendientes otros 430 millones con dicho organismo y, "lo que es más grave": vencimientos con el Banco Central Europeo (BCE) que ascienden a 3.500 millones el 20 de julio y otros 3.200 millones el 20 de agosto.
De momento, la autoridad monetaria de la Zona Euro ha vuelto a incrementar la liquidez de emergencia (ELA por sus siglas en inglés) a la banca griega hasta los 84.100 millones de euros, lo que supone un aumento superior a los 24.000 millones. "Seguimos esperando que haya algún tipo de acuerdo, dadas las muy negativas consecuencias para Grecia de un ‘accidente’ (impacto en crecimiento económico, fuga de depósitos que exigiría el establecimiento de controles de capitales…)", señala Renta 4. En caso de que no haya avances en este jueves, el mercado ya está barajando la posible convocatoria de una reunión extraordinaria el próximo domingo.
"Es cierto, en Europa vuelve la inquietud macro ante el deterioro de las perspectivas por la confusión sobre Grecia, la subida del euro, la de los precios de commodities y la propia incertidumbre internacional. Pero el BCE tiene mucho margen de maniobra para combatir esta incertidumbre", afirma por su parte Campuzano. "En definitiva, seguimos viendo oportunidades en las Bolsas. Aunque a corto plazo el escenario que tenemos por delante es de impasse, incluso con más probabilidad de caídas adicionales. Pero limitadas", concluye.
En este contexto, el Tesoro de España ha colocado 3.450 millones de euros en deuda a medio y largo plazo frente al objetivo de entre 3.500 y 4.500 millones que se había marcado. Tal y como se esperaba, la incertidumbre en torno a Grecia se ha dejado notar en los costes y el de la deuda a diez años se ha duplicado con respecto a los mínimos históricos marcados en la colocación de marzo, que fue la primera tras el inicio del QE del BCE.
Finalmente, el euro sube hasta niveles de 1,13 y, técnicamente, Citi señala que "la ruptura de estos niveles pone en cuestión la tendencia bajista iniciada por la moneda europea desde hace un año. Por encima, la resistencia a corto plazo estaría en los 1,1605 dólares; y el soporte en 1,0975".