El INE confirma la crisis demográfica en España

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el Movimiento Nacional de la Población subraya un secreto a voces: España envejece a pasos agigantados. Por primera vez en la historia, salvando episodios como la Guerra Civil y años posteriores, la pirámide de la población sufrió un punto de inflexión en 2015, según los datos provisionales, produciéndose más muertes que nacimientos.

En concreto se registraron 419.109 nacimientos que supone un descenso del 2%, el nivel más bajo desde 2002, mientras que murieron 422.276 personas, un 6,7% más, la cifra más alta desde 1941. La diferencia el INE la denomina saldo vegetativo y se situó en  -2.753 personas. Por primera vez desde que se elabora la estadística, empezó en 1941, arroja un saldo negativo, siendo Galicia (?12.269), Castilla y León (?11.883) y Asturias (?7.089) las comunidades que más población perdieron.

Desde que en 2008 nacieran más de medio millón de niños, la cifra de nacimientos empezó a decrecer, una tendencia en parte natural porque las mujeres en edad fértil pertenecen a generaciones menos numerosas por la crisis de natalidad que hubo en los años 80 y principios de los 90.

Además, el descenso se ha acentuado con la crisis económica, que ha obligado a muchos inmigrantes, que habían sostenido la tasa de natalidad, a regresar a sus países de origen y a centenares de miles de jóvenes españoles a emigrar.

Con una de las esperanzas de vida de 82,7 años, España se encuentra entre los diez países del mundo con la media más alta, a pesar de que descendió dos décimas en 2015. El envejecimiento poblacionalmente actualmente está poniendo en jaque al sistema de pensiones, acelerando una crisis que se ha agravado por el alto nivel de desempleo.