El contexto de deflación para la economía española se mantiene por octavo mes consecutivo, aunque mejora respecto al mes de enero al subir un 0,2% situando el IPC en el -1,1%. Sin embargo, quitando los precios energéticos y los alimentos perecederos por su componente de volatilidad, la inflación subyacente se mantiene todavía en terreno positivo. […]
Dirigentes Digital
| 12 mar 2015
El contexto de deflación para la economía española se mantiene por octavo mes consecutivo, aunque mejora respecto al mes de enero al subir un 0,2% situando el IPC en el -1,1%. Sin embargo, quitando los precios energéticos y los alimentos perecederos por su componente de volatilidad, la inflación subyacente se mantiene todavía en terreno positivo. En febrero se situó al 0,2%. La temida deflación describe la caída generalizada de precios en productos, con el IPC subyacente se descarta este escenario ya que analiza los elementos más estables y menos volátiles.
El INE ha explicado que la mejora de dos décimas del índice general se debe febrero al comportamiento del transporte, que elevó su tasa más de dos puntos respecto a enero, hasta el -5,6%, por el encarecimiento de los carburantes y lubricantes.
El grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que incrementó su tasa seis décimas, hasta el 0,2%, por la subida de los precios de las legumbres, las hortalizas frescas y los aceites y la estabilidad de los precios de las frutas frescas, frente a los descensos registrados un año antes.
Los epígrafes que más bajaron fue el grupo de vivienda bajó en febrero 1,5 puntos, hasta el -1,9%, por la bajada de los precios de la electricidad.
Por su parte, ocio y cultura, que presenta una tasa del 0,4%, principalmente, a la subida de los precios del viaje organizado. Mientras, hoteles, cafés y restaurantes, sube un 0,2% causada por el incremento de los precios de la mayoría de sus componentes. Otros bienes y servicios aumentaron un 0,2% al recoger el aumento de los precios de los seguros, habitual en esta época del año.