La industria del lujo, que tan bien había soportado el embiste de la crisis, sufre este año un revés en el mercado con caídas de doble dígito en cualquiera de sus principales índices de referencia, como el S&P Luxury Goods, el MSCI Europe, etc. En este escenario, Belén San José, del Departamento de Análisis de […]
Dirigentes Digital
| 03 nov 2014
La industria del lujo, que tan bien había soportado el embiste de la crisis, sufre este año un revés en el mercado con caídas de doble dígito en cualquiera de sus principales índices de referencia, como el S&P Luxury Goods, el MSCI Europe, etc. En este escenario, Belén San José, del Departamento de Análisis de Bankinter ha realizado un profundo estudio del sector en el que anticipan un escenario de fusiones que podría resultar en una industria más concentrada con mayor diversidad de producto por compañía.
Según datos de la firma Bain&Co, para 2014 el comercio mundial de artículos de lujo sólo crecerá un 2%, lo que supone el menor aumento desde 2009. "Esto podría no ser notorio en otro sector con mayor volatilidad, pero parece extraño en un sector que se ha definido históricamente por tener un sesgo defensivo debido a una demanda relativamente estable y constante de su producción", explican desde Bankinter.
Ante este escenario, las empresas han perdido valor por el efecto negativo en sus ventas debido a una serie de factores exógenos. Entre ellos, algunos escándalos de corrupción en China, que es el responsable de un tercio del gasto mundial (217.000 millones de euros) en este tipo de productos.
Estos consumidores gastan fuera de China 3 veces más que dentro de su país, pero los escándalos han provocado que el consumo se desvía a marcas más discretas, lo que ha provocado un descenso del crecimiento del gasto en bienes de lujo desde un 7% en 2013 hasta un 2% en lo que llevamos de 2014. "Incluso el aumento de doble dígito de la demanda en regiones emergentes, como el sudeste asiático y África Sub-sahariana, no ha sido capaz de compensar las ventas que se han perdido en China", explican desde Bankinter.
La depreciación del yen también ha provocado menores compras por parte de los japoneses, al ser estos productos más catos. Del mismo modo, los conflictos en Oriente Próximo, donde el gasto medio per cápita anual en productos de lujo es el más alto del mundo, la ralentización de su consumo ha deteriorado significativamente las ventas totales". La situación no es fácil para las cotizadas del sector. Y tal y como demuestra el gráfico adjunto, tampoco para los valores del sector más comprados por los principales fondos de inversión especializados:
¿Cambio en el patrón de consumo?
Los expertos insisten, sin embargo, en que estos factores externos acabarán desapareciendo. Entonces, ¿podremos apostar por estas compañías? Desde Bankinter explican que solo aquellas que adecuen su modelo de negocio hacia productos diferentes que aporten experiencias personales exclusivas a cada consumidor. Es decir, el concepto del lujo girará hacia un lujo de disfrute personal más que un lujo de posesión. Productos más funcionales tomarán protagonismo y los altos precios de los artículos deberán estar más justificados.
"Incluso no descartamos que podamos ver fusiones y adquisiciones de empresas de estos dos sectores, que hasta ahora, eran altamente improbables", explica Belén San José.
En este escenario, desde Bankinter desaconsejan tomar posiciones en fondos o índices o ETFs que repliquen el comportamiento del sector en su conjunto, "porque aunque los factores exógenos puedan disiparse en el medio plazo, muy probablemente la industria se enfrentará a una fuerte reestructuración que penalizará sus cotizaciones".
Su peor previsión es para empresas de moda y complementos, ya que están muy expuestas a cambios de patrones de consumo, como Swatch, Cie Financiere Richemond, Hermés, Michael Kors y Burberry. En la industria de automóviles aconsejan ser selectivos. "Tenemos Daimler en las carteras de valores europeas porque creemos que podría tener recorrido al alza tras la fuerte corrección sufrida durante el verano". Por último, apuestan por hoteleras dedicadas al segmento Premium, "ya que consideramos que son, dentro del sector, las compañías más adaptadas al nuevo formato de producto de lujo".