La reducción del stock hasta 500k viviendas y el fuerte crecimiento en los visados de obra nueva auguran una progresiva reactivación de la actividad promotora si no se ponen trabas a los nuevos desarrollos urbanísticos en grandes ciudades. El diferencial de rentabilidad en los activos inmobiliarios con respecto a la renta fija soberana y corporativa […]
Dirigentes Digital
| 28 ago 2016
La reducción del stock hasta 500k viviendas y el fuerte crecimiento en los visados de obra nueva auguran una progresiva reactivación de la actividad promotora si no se ponen trabas a los nuevos desarrollos urbanísticos en grandes ciudades.
El diferencial de rentabilidad en los activos inmobiliarios con respecto a la renta fija soberana y corporativa de elevada calidad crediticia permitirá que los yields en oficinas y retail sigan reduciéndose a pesar de estar cerca de mínimos.
El mercado residencial se consolida
Las ventas de vivienda se han incrementado en un 16,8% en términos acumulados hasta mayo, según el Consejo General del Notariado. La demanda está liderada por las ventas de vivienda usada, que repuntan un 20% y suponen más del 91% de las ventas de pisos.
Por lo tanto, la primera mitad de año ha sido favorable para un sector residencial que debería ganar inercia durante los trimestres finales de 2016 y el año 2017.
La demanda de vivienda permanece alejada de unos máximos históricos superiores a 900.000 unidades anuales que resultan inalcanzables en un contexto de elevado desempleo y nulo incremento de la población. Además, las ventas de vivienda nueva están en mínimos debido a la escasa actividad promotora y ausencia de nueva oferta.
Sin embargo, la demanda se mueve: las ventas totales de vivienda crecerán durante los años 2016 y 2017, lo que implicará alcanzar cifras cercanas a 500.000 casas anuales y encadenar 4 años consecutivos de crecimiento.