La esperada reunión entre la banca acreedora de Abengoa y el representante de la empresa, KPMG, encargada de negociar la reestructuración de la deuda, fue infructuosa. Las entidades exigieron conocer con exactitud la deuda de la compañía en el complejo entramado societario de Abengoa. El encuentro no satisfizo a las entidades que creen que las […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2015
La esperada reunión entre la banca acreedora de Abengoa y el representante de la empresa, KPMG, encargada de negociar la reestructuración de la deuda, fue infructuosa. Las entidades exigieron conocer con exactitud la deuda de la compañía en el complejo entramado societario de Abengoa.
El encuentro no satisfizo a las entidades que creen que las cuentas presentadas no cuadran. La deuda de Abengoa, incluida la deuda de los Project finance sin recurso a compañía, es de 9.804 millones de euros a cierre de junio de 2015. De aquí, más de 4.500 millones de euros es deuda de mercados de capitales (bonos, bonos convertibles, papel comercial, bono verde, etc.) Además hay financiación puente con garantía corporativa y que han sido transferidos a pasivos mantenidos para la venta de 507 millones, que hace un total de 10.311 millones, de los cuales 8.460 millones tienen recurso a Abengoa. El resto en principio es financiación al circulante de la empresa.
Ante esta situación los principales bancos (Banco Santander, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell y Banco Popular, HSBC y Calyon) se han organizado en un G7 para afrontar sucesivas reuniones.
Aunque es la primera reunión y todavía queda cuatro meses para alcanzar un acuerdo entre las partes, el primer contacto no es alentador. Si la banca sigue sospechando que se oculta parte de la deuda, no quedará más remedio que la empresa entre en concurso de acreedores y que los administradores determinen el volumen total de la misma.
Abengoa ha elegido a KPMG para negociar la reestructuración de la deuda, al ser la firma que conoce al detalle el balance de la compañía. La banca encargó a KPMG un informe sobre las necesidades de liquidez de Abengoa para valorar el apoyo financiero que podría ser requerido, cuando estaba encima de la mesa la entrada de Gonvarri en el capital. La consultora concluyó que la compañía necesitaba 250 millones de euros para mantener la actividad entre octubre y diciembre.
Hace unos meses, Deloitte, el auditor de la compañía, expresó dudas significativas "sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento" y enumera factores de riesgo sobre la compañía como que alientan los resultados negativos de las operaciones hasta el 30 de septiembre, la evolución negativa del valor en Bolsa, y problemas para acceder tanto a los mercados de deuda como a las renovaciones de algunas líneas de circulante. Y dejaba el futuro de la empresa en manos de la ampliación de capital de 650 millones, que ha quedado aparcada por el preconcurso, y de la entrada de un socio industrial dispuesto a inyectar liquidez a la compañía.