Si usted ha dado hoy un paseo por el parque del Retiro, probablemente habrá percibido un comportamiento extraño en algunos de sus transeúntes. Parecen rebuscar entre los matorrales, sobre las estatuas o debajo de las piedras, y no porque todos hayan extraviado la cartera o estén jugando al mismo juego… O sí, pero a uno […]
Dirigentes Digital
| 03 jul 2014
Si usted ha dado hoy un paseo por el parque del Retiro, probablemente habrá percibido un comportamiento extraño en algunos de sus transeúntes. Parecen rebuscar entre los matorrales, sobre las estatuas o debajo de las piedras, y no porque todos hayan extraviado la cartera o estén jugando al mismo juego… O sí, pero a uno muy especial.
Hace ya tiempo que un anónimo ciudadano estadounidense comenzó a esconder cientos de dólares en los rincones de San Francisco con el único objetivo, según afirmaba en su cuenta de Twitter, de compartir con los ciudadanos la fortuna amasada con sus negocios inmobiliarios.
"La gente se queja de que el precio de los bienes inmuebles aquí es bastante alto y de que yo me beneficio de ello. Mi intención es hacer algo divertido en la ciudad de San Francisco, algo que pueda entusiasmar a la gente", rezaba su primer mensaje.
Desde entonces, no sólo se ha desvelado la identidad del anónimo ciudadano (la del millonario Jason Buzi), sino que el juego se ha trasladado a otras ciudades como Nueva York, Los Ángeles, México DF o Tel-Aviv. Sin embargo, el aterrizaje del juego en Europa se hacía esperar, aunque tres ciudades se barajaban como posibles primeros destinos: Londres, París y Madrid. Finalmente ha sido esta última en la que, en la mañana del 3 de julio, han recalado los sobres del dinero.
En el Parque del Retiro
Cerca de las 10 de la mañana la cuenta de HiddenCash, que tiene ya 647.000 seguidores, publicaba que se habían escondido 26 sobres con 50 euros cada uno en el Parque del Retiro, para poco después continuar dando alguna pista: "en los alrededores de la estatua del Ángel Caído… estatua, zonas verdes cerca, el kiosko….. 26 sobres…". Poco a poco comenzaban a llegar los selfies, único requerimiento que hace, de los afortunados que iban encontrando el dinero.
Un juego muy lucrativo
Su objetivo, según desveló en la entrevista para la CNN, no responde a intereses políticos, religiosos ni económicos, sino a "poner una sonrisa en la cara de la gente" y compartir con sus seguidores de Twitter parte de la fortuna amasada gracias al ladrillo y, en concreto, a un importante contrato firmado en San Francisco, ciudad en la que a menudo escuchaba críticas hacia un mercado inmobiliario inflado con el que los magnates como él se llenaban los bolsillos.
Sin embargo, el juego podría estar siendo muy beneficioso, no sólo para los afortunados transeúntes que, intencionadamente o no, encuentran uno o varios de los sobres, sino sobre todo para él, que con inversiones que no suelen alcanzar los 1.500 euros consigue una repercusión tanto en medios como en las redes que va más allá de toda campaña de publicidad.
En este sentido, Jason Buzi está protagonizando una de las campañas de marketing más exitosas del año, ya que con su juego, al que define como "experimento social", no sólo ha logrado aglutinar a cerca de 650.000 seguidores en las redes sociales, sino que consigue aparecer en los telediarios y medios de comunicación de todo el mundo con una inversión que, por el momento, no alcanza los 15.000 dólares, apenas la cuarta parte de lo que el ya famoso Johan de Boer dedicó a premiar a sus clientes en la ciudad holandesa de Apeldoorn, con unos diamantes que terminaron en el cubo de basura casi en su totalidad.