Link Securities explica que se ha producido una "transición" de corporaciones "’destructoras de caja’, que cotizaban a múltiplos bursátiles estratosféricos y que sólo ofrecían, en la mayoría de los casos, un futuro incierto", a empresas "generadoras de caja, cuyos beneficios crecen a ritmos elevados y que cotizan a multiplicadores razonables, en la mayoría de los […]
Dirigentes Digital
| 03 mar 2015
Link Securities explica que se ha producido una "transición" de corporaciones "’destructoras de caja’, que cotizaban a múltiplos bursátiles estratosféricos y que sólo ofrecían, en la mayoría de los casos, un futuro incierto", a empresas "generadoras de caja, cuyos beneficios crecen a ritmos elevados y que cotizan a multiplicadores razonables, en la mayoría de los casos".
Sobre esta premisa, el índice tecnológico de Wall Street extiende un rally basado en los beneficios que, según datos de Bloomberg, han subido casi un 200% en los últimos seis años. Acumula el selectivo nueve trimestres consecutivos de ganancias, lideradas por el repunte acumulado del 70% de Apple.
Esta es la clave que, a pesar del camino recorrido, las valoraciones no están ahora "estiradas", sino que las compañías han sido capaces de levantar balances potentes. Para los analistas no estamos ante un "frenesí" como entre 1999 y 2000, pues las acciones tienen ahora un "precio mucho más racional".
Durante la era de las puntocom, los inversores apostaron por empresas de Internet con la promesa de pocas ganancias, pero actualmente los beneficios de estas corporaciones se basan en ingresos impulsados por la demanda de productos como el iPhone de Apple o los dispositivos de Google.
Y, según el consenso, todo parece indicar a que el nivel psicológico alcanzado el lunes no supondrá un "freno" para el Nasdaq: se espera que en los próximos doce meses suba un 8,5%, hasta alcanzar los 5.433 puntos. Mientras tanto, los ingresos de las empresas de ordenadores y software aumentará un 15% este año, liderando los avances de las diez principales industrias presentes en el S&P 500 y en contraste con el crecimiento del 2,3% para el índice total.
Es más, aunque desde principios de 2013, el índice ha subido un 66%, ningún valor se ha disparado más de diez veces. Por el contrario, en los dos años previos al estallido de la "burbuja tecnológica", el Nasdaq se anotó un 189% y cerca de 50 empresas se dispararon al menos en una decena de ocasiones.
Asimismo, mientras que el selectivo cotizaba en el año 2000 a un ratio de 175 veces sus beneficios estimados, ahora lo hace a menos de 32. De hecho, entre las diez mayores compañías que mejor se han comportado desde 2013, que incluyen a Facebook o Netflix, la valoración de media es de 51 veces sus ganancias previstas.
Finalmente, para los inversores, que el Nasdaq haya conseguido alcanzar este nivel sirve como "imán", en palabras de S&P Capital IQ, pues "impulsa la confianza", a pesar de que los datos macroeconómicos conocidos hasta le momento no han acompañado del todo.