La idea es hacer un mix perfecto entre humano y recursos digitales en favor de los clientes. Pero sin duda, este nuevo modelo de negocio elegido por la firma da una mayor importancia a lo digital. “Los métodos tradicionales de inversión en renta variable están siendo reemplazados por los avances en tecnología y Data Science. […]
Dirigentes Digital
| 30 mar 2017
La idea es hacer un mix perfecto entre humano y recursos digitales en favor de los clientes. Pero sin duda, este nuevo modelo de negocio elegido por la firma da una mayor importancia a lo digital. “Los métodos tradicionales de inversión en renta variable están siendo reemplazados por los avances en tecnología y Data Science. Al mismo tiempo, las preferencias de los clientes también están cambiando, centrándose no solo en resultados, sino en cómo la rentabilidad y las comisiones impactan en el valor”. Son palabras con las que Mark Wiseman, responsable global de gestión activa en renta variable en BlackRock, analiza el nuevo papel de este segmento en la firma. A su juicio, la industria de gestión activa necesita cambiar. “Los gestores que simplemente usen las mismas herramientas del pasado limitarán su habilidad para generar alfa”, asegura en un comunicado, en el que recuerda además que estos pasos siguen la estrategia anunciada ya en 2016, apostando por combinar los equipos cuantitativos y de fundamental en una plataforma de gestión activa que aproveche la escala y los recursos de BlackRock. La firma explica en el documento que, de momento solo para sus clientes de EEUU, cambiará su gama de productos para agruparlos en 4 categorías, que se ajustarán a lo que demande el cliente: High conviction alpha, Outcome oriented, Country and sector specialty y Core alpha. Esta última incluirá además una gama de nueve fondos gestionados por su equipo cuantitativo, que se englobarán bajo el nombre Advantage. La firma calcula que esta plataforma tendrá un impacto de unos 30.000 millones de dólares en los activos bajo gestión, lo que se traduciría, según BlackRock, en un ahorro anual en comisiones para sus clientes de unos 30 millones de dólares. Los cambios también traerán despidos en el negocio de gestión activa. De hecho, la firma ya tiene reservados unos 25 millones de dólares para hacer frente al pago de las indemnizaciones para los gestores (stock pickers) despedidos. Según el Financial Times, siete gestores han sido ya despedidos, entre los que se encuentran Murali Balaraman y John Coyle, gestores del fondo BlackRock Global Small Cap. Hay que recordar que en los últimos años, la firma ha centrado su negocio en productos de gestión pasiva como los ETFs, convirtiéndose en el segundo proveedor a través de iShares, solo por detrás del gigante Vanguard. El pasado año, BlackRock vio esfumarse unos 20.000 millones de dólares en los flujos de su negocio de renta variable gestionado por stock pickers.