Ole Hansen, responsable de estrategia de materias primas de Saxo Bank, afirma que aunque Atenas "continúa siendo un dolor de cabeza, el foco en los acontecimientos de riesgo desapareció y, por lo tanto, el oro ya no atrae como lugar seguro". Además, añade que a los "inversores oportunistas" les preocupa el rápido aumento en las […]
Dirigentes Digital
| 05 feb 2015
Ole Hansen, responsable de estrategia de materias primas de Saxo Bank, afirma que aunque Atenas "continúa siendo un dolor de cabeza, el foco en los acontecimientos de riesgo desapareció y, por lo tanto, el oro ya no atrae como lugar seguro".
Además, añade que a los "inversores oportunistas" les preocupa el rápido aumento en las compras tras la decisión sorpresa del Banco Nacional de Suiza (SNB por sus siglas en inglés) de eliminar el vínculo al euro. Explica este experto, que el movimiento de la autoridad monetaria helvética "desencadenó una corrida para asegurar los bonos del gobierno, donde muchos vieron los rendimientos moverse a territorio negativo y, por ende, eliminando el coste oportunidad de tener oro".
En lo que respecta al aspecto técnico del metal precioso, este analista recuerda que el primer soporte se encuentra en los 1.252 dólares la onza y, advierte, que "una ruptura por debajo de esta implicaría mayor debilidad, posiblemente hacia los 1.221 dólares".
Hablando de niveles, desde Goldman Sachs apuntan a los 1.290 dólares a tres meses vista y de 1.175 dólares la onza a doce meses. Y, a más largo plazo, tampoco hay mucho optimismo, pues la firma ha rebajado sus previsiones para 2016 hasta los 1.050 dólares, desde los 1.200 estimados anteriormente.
El bróker estadounidense cree que sería necesaria una "desaceleración importante del crecimiento económico para empujar al precio del oro con fuerza por encima de las valoraciones actuales".
Más positivos se muestran los expertos de Bank of America Merrill Lynch pues apuntan a una "estabilización" para el metal precioso. "Desde nuestro punto de vista, la dinámica de oferta y demanda en este mercado probablemente cambie, lo cual es una razón clave que nos lleva a creer que lo peor ha pasado para el oro".
Esta firma se centra en el impacto del QE del BCE en el oro y considera que es "ambiguo (…) existe un riesgo limitado de que los diferenciales periféricos se disparen de nuevo, mientras que el dólar se verá impulsado al alza. En parte debido estas dinámicas, y ante los débiles fundamentales del cobre, vemos más valor en un posicionamiento largo en oro, y corto en cobre, y así lo mantendremos a corto plazo".
Por su parte, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, recuerda que el "oro es un activo que no proporciona rentabilidad y que encima tiene un precio por el almacenaje. No sólo ‘caro’ desde una perspectiva fundamental si no que, además, te cuesta gestionar (…) Sin duda, en estos momentos hablar de excesos en los mercados financieros es más frecuente que nunca. Y en el caso del oro, el coste de oportunidad es cada vez más bajo".
Con todo, en su opinión es un activo "que debemos vigilar. Al final, en un mundo de excesos al menos valorar los activos que han mostrado en el pasado más consistencia en mantenerlos".