El desplome del petróleo comienza a pasar factura al segundo mayor productor de petróleo, Arabia Saudí. Según se ha ido agudizando las caídas, el país se ha visto obligado a tirar del fondo de reserva de divisas, a estrenarse en el mercado de capitales y ahora a reconocer un agujero histórico en sus cuentas públicas. […]
Dirigentes Digital
| 28 dic 2015
El desplome del petróleo comienza a pasar factura al segundo mayor productor de petróleo, Arabia Saudí. Según se ha ido agudizando las caídas, el país se ha visto obligado a tirar del fondo de reserva de divisas, a estrenarse en el mercado de capitales y ahora a reconocer un agujero histórico en sus cuentas públicas.
El déficit del Estado árabe se ha elevado al 16% del PIB, que equivale a casi 90.000 millones. Las cuentas han descuadrado principalmente por un descenso de los ingresos que han quedado muy por debajo de lo presupuestado en 147.000 millones. El país, cuya principal fuente de ingresos son las exportaciones de crudo, se ha visto afectado por el desplome del 60% del petróleo desde máximos de junio de 2014.
El Gobierno ha anunciado que es "una cifra aceptable" dadas las circunstancias actuales. Aunque la previsión de ingresos no ha sido la única que ha fallado. Los gastos del Estado se situaron en los 975.000 millones de riales (236.912 millones de euros), un 13,4% más de lo que estaba previsto inicialmente, debido al abono de una paga extra a todos los empleados públicos.
El Ministerio ha justificado el aumento del gasto por los salarios adicionales de los funcionarios y militares, los beneficiarios de la seguridad social y los jubilados, además de los "proyectos militares y seguridad" que representan el 17% del déficit. Por otro lado, la deuda pública del Ejecutivo saudí alcanza los 142.000 millones de riyales saudíes (34.000 millones de euros), lo que representa el 5,8% de su PIB, frente al 2% de 2014.
Arabia Saudí es el primer reponsable de los bajos precios al iniciar una guerra contra los países productores fuera de la OPEP. Desde finales de 2014, ha obligado al cártel ha mantener la producción pese a la caída de la demanda para expulsar del mercado a Estados Unidos y Rusia.