El posible precipicio fiscal en EEUU asusta a los mercados

Por ahora, Washington ha evitado una crisis sobre el techo de la deuda, pero ha sentado las bases para que se produzca un posible “precipicio fiscal” a finales de año. En este sentido, Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión de BlackRock, considera que, en adelante, “la incertidumbre política aumentará” Uno de los análisis que hay que considerar es que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense cayeron hasta nuevos mínimos anuales, y el dólar se volvió a depreciar. Además, el Banco Central Europeo mantuvo su política acomodaticia. El contexto avisa de lo que está por venir.

El panorama en Estados Unidos describe que con sus diferentes contextos de inflación y los de la zona del euro “aumentan las posibilidades de que haya más divergencia en materia monetaria de lo que los mercados esperan”. Un factor que, sin duda, cambiaría el esquema que ahora mismo existe en la renta variable de sendas regiones. Así pues, Washington evitó una inminente crisis presupuestaria, pero ello podría resultar en un escarpado “precipicio fiscal” en diciembre de este año o a principios del que viene. El experto de BlackRock afirma que “la incertidumbre política aumentará hacia finales de año, dado que el Congreso estadounidense deberá volver a abordar el límite de endeudamiento federal y la financiación del Gobierno”. Esto podría retrasar y reducir “el margen para aplicar reformas fiscales”. El techo de la deuda y el plan de financiamiento están “empaquetados con provisiones para proporcionar alivio a los huracanes mientras las autoridades de Texas y Louisiana evalúan la devastación” y el trágico peaje causado por el huracán Harvey. Esto ocurrió justo cuando Florida se estaba preparando para el impacto del huracán Irma. El resultado es un probable precipicio fiscal hacia el final del año, debido a que los legisladores “vuelven a enfrentarse al límite de la deuda y a la financiación gubernamental, sin el elemento de salvamento de desastres”. También se enfrentan a una serie de otros temas espinosos, incluyendo el tratamiento de los derechos de residencia de los niños que ingresaron ilegalmente en el país y el controvertido “financiamiento del muro en la frontera con México”. Y a todo esto habría que sumarle la tormenta política: El presidente Donald Trump se puso de parte con los demócratas la semana pasada en el acuerdo, a pesar de que los republicanos piden una extensión mucho más larga del techo de la deuda y el presupuesto. Esto podría hacer que el debate fiscal “sea más difícil la próxima vez”. También podría complicar y retrasar “los recortes de impuestos o la reforma fiscal”.