Como si de un monstruo mitológico se tratara a la recesión que nació de las hipotecas subprime estadounidenses y continúo con la crisis de deuda de la Zona Euro le ha salido una tercera cabeza: el hundimiento de los países emergentes, con Brasil y Rusia a la cabeza, y China "tambaleándose". La desaceleración de los […]
Dirigentes Digital
| 14 oct 2015
Como si de un monstruo mitológico se tratara a la recesión que nació de las hipotecas subprime estadounidenses y continúo con la crisis de deuda de la Zona Euro le ha salido una tercera cabeza: el hundimiento de los países emergentes, con Brasil y Rusia a la cabeza, y China "tambaleándose".
La desaceleración de los países en desarrollo ha centrado la reunión de otoño del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), en la que se han rebajado las expectativas de crecimiento global y alertado sobre el impacto que la delicada situación de los emergentes, ante el desplome de las materias primas, la incertidumbre en torno a la Reserva Federal (Fed) y al gigante asiático, y sus propios problemas domésticos, en la economía mundial.
Una situación que para Andy Haldane, economista jefe del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) constituye la última etapa de la "trilogía de la crisis". Tras la caída de los anglosajones y la Zona Euro, llegaría la "crisis de los mercados emergentes de 2015 en adelante…" Y es que, en su opinión las políticas monetarias de las economías avanzadas en las dos primeras fases condujo el capital hacia los países en desarrollo, dando lugar a un auge insostenible del crédito: una burbuja a punto de estallar.
Una teoría con la que Capital Economics reconoce tener "cierta simpatía", aunque matiza que hay que diferenciar entre países y regiones emergentes, pues aunque hay importantes retos en muchos de ellos, también han mejorado las expectativas para otros.
También Goldman Sachs se refiere a la crisis de los emergentes como una tercera "ola de la crisis financiera mundial". El broker estadoundiense se muestra también preocupado por el efecto que los bajos tipos de interés a nivel mundial ha tenido en el crecimiento del crédito y la acumulación de deuda hasta niveles excesivos en estos países, especialmente en China.
Con todo, aunque la firma reconoce que esto probablemente dificulte el crecimiento futuro, también explica que "gran parte de la debilidad de estas regiones probablemente refleje el reequilibrio del crecimiento económico, más que un deterioro estructural". Probablemente, "el ajuste lleve tiempo (como ya se ha visto en Estados Unidos y Europa), pero la corrección de los desequilibrios a tiempo será la plataforma para la ‘normalización’ económica, de los beneficios y de los tipos de interés".
Ahora bien, para estos expertos las Bolsas de los emergentes no van a volver a brillar con tanta fuerza, pues la rotación desde estos países a los desarrollados, de los productores (y beneficiarios del capex) a los consumidores probablemente continúe.