"El impacto de estos resultados en la cotización será negativo, por las elevadas pérdidas en las que incurre y porque su posición tanto de Patrimonio Neto como de liquidez está fuertemente tensionada", indican los expertos en su último análisis sobre la compañía. A su juicio, Abengoa atraviesa una situación muy complicada, ya que cuenta hasta […]
Dirigentes Digital
| 01 mar 2016
"El impacto de estos resultados en la cotización será negativo, por las elevadas pérdidas en las que incurre y porque su posición tanto de Patrimonio Neto como de liquidez está fuertemente tensionada", indican los expertos en su último análisis sobre la compañía.
A su juicio, Abengoa atraviesa una situación muy complicada, ya que cuenta hasta finales de marzo para alcanzar un acuerdo con sus acreedores y evitar una situación de concurso de acreedores (actualmente en preconcurso). "Una de las claves será qué nivel de quita están dispuestos a aceptar los acreedores (bancarios y de circulante), información que todavía no existe", advierten.
Así, defienden que la incertidumbre es demasiado elevada y el riesgo de invertir muy alto, "de carácter especulativo en estas circunstancias", por lo que mantienen su recomendación de Venta.
La actual situación al borde de la quiebra, le ha llevado a registrar unas pérdidas de 1.213 millones de euros. Las cuentas incluyen un impacto de 878 millones por los costes de paralización de proyectos en construcción, deterioros de activos o intereses de demora, como consecuencias de saneamientos y puesta en valor de sus activos.
Al cierre de 2015, la compañía contabilizaba una financiación corporativa de 6.325 millones, de los que 468 millones estaban vencidos. La deuda bruta total asciende a 9.395 millones de euros. Además, reconoce una deuda con proveedores 4.379 millones, de los que 604 millones estaban vencidos.
Por otra parte, Atlántica Yield, filial norteamericana de Abengoa, ha registrado también una fuerte pérdida en 2015, de -209 millones de dólares, por el incremento de los gastos financieros que pasan a 526 millones de euros desde 197 millones de euros en 2014. Además retrasa el abono de dividendo hasta el cuarto trimestre de 2016.