Los temores de una guerra de aranceles han aumentado debido a los planes anunciados por la administración Trump este Jueves de aplicar aranceles punitivos sobre un monto de hasta 60.000 millones de dólares en importaciones de China. Estados Unidos ahora tiene 15 días para anunciar a qué productos se aplicará. Como respuesta, el Ministerio de […]
Dirigentes Digital
| 04 abr 2018
Los temores de una guerra de aranceles han aumentado debido a los planes anunciados por la administración Trump este Jueves de aplicar aranceles punitivos sobre un monto de hasta 60.000 millones de dólares en importaciones de China. Estados Unidos ahora tiene 15 días para anunciar a qué productos se aplicará. Como respuesta, el Ministerio de Comercio Chino ha anunciado sus propios planes de aranceles de 3 mil millones de dólares para las importaciones de carne de cerdo, acero, aluminio reciclado, ginseng y vino de EE.UU. Por tanto, hasta el momento las cantidades objetivo son relativamente modestas en comparación con un comercio bilateral de bienes entre los dos países de más de 600 mil millones de dólares.
Por ejemplo, los aranceles previamente anunciados por la administración Trump sobre las importaciones de acero y aluminio realmente tendrían un impacto mínimo en China. Las exportaciones de acero de China a EE.UU. representan alrededor del 0,1% de la producción total, y las exportaciones de aluminio representan alrededor del 2% de la producción total. Sin embargo, existe el riesgo de que estos anuncios marquen el inicio de conversaciones comerciales difíciles, para una serie de sectores, entre las dos economías más grandes del mundo.
En opinión de Bryan Collins, Responsable de renta fija en Asia Pacífico de Fidelity International, en general, las noticias relacionadas con el proteccionismo comercial “llevarán a momentos de volatilidad, aunque si consideramos los fundamentos macroeconómicos favorables, es probable que se presenten como potenciales oportunidades de compra sujetas a una cuidadosa selección de emisores valores”. Además de las exportaciones, el consumo es un pilar clave para el crecimiento de los mercados asiáticos.
En China, el consumo contribuyó a más del 60% del PIB de 2017, pues su economía está transitando desde una economía impulsada por la fabricación y la exportación a una basada en el servicio y el consumo. India tiene una economía más autónoma, lo que la mantiene relativamente aislada en comparación con otras economías impulsadas por las exportaciones. Igualmente útil es la calidad estable del crédito indio.
Para Yee Kok Wei, Gestor de fondos de renta variable asiática de Fidelity International, cada nuevo presidente de EE.UU. piensa que puede hacer un mejor trabajo que sus predecesores para mejorar la balanza comercial de dicho país pero, en general, “no tienen éxito porque el comercio es un tema complejo, y con la creciente globalización el interés de todos se vuelve demasiado entrelazado para ser resuelto por una solución fácil como pueden ser los aranceles comerciales”. Un déficit comercial ya no es un juego de suma cero entre un país con déficit comercial frente a un país con superávit comercial, debido entre otras razones a la cadena de suministro y la propiedad globalizada de las empresas.
La actual estrategia comercial de Trump ni siquiera cuenta con un amplio respaldo nacional, y mucho menos internacional, principalmente porque es un mal enfoque que no influye en la fortaleza de EE.UU. El TPP (Tratado Trans-Pacífico), de haber sido implementado, “hubiera constituido un enfoque mucho mejor para Estados Unidos”.
El último presidente de dicho país que logró obtener concesiones significativas de los socios comerciales fue Reagan. Pero en ese momento era diferente pues Reagan era un presidente muy popular con amplio apoyo interno y “una guerra fría en curso, por lo que contaba con el lujo de poder apoyarse en la estrategia conjunta de seguridad con sus socios comerciales”.
Desde su punto de vista Trump finalmente “tendrá que revertir el rumbo, en cuyo caso el que los mercados caigan abruptamente en el corto plazo podría ser un precio que valga la pena pagar”.