La doctora Julia Córdoba del Pozo, doctora certificada en Lumineers y especialista en esta técnica, explica las ventajas de las carillas. Concretamente, las carillas Lumineers son ultra delgadas (alrededor de 0,3 mm de grosor) y se puede controlar su opacidad para un resultado absolutamente natural. Se fabrican a mano, por lo que se adaptan a […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2015
La doctora Julia Córdoba del Pozo, doctora certificada en Lumineers y especialista en esta técnica, explica las ventajas de las carillas.
Concretamente, las carillas Lumineers son ultra delgadas (alrededor de 0,3 mm de grosor) y se puede controlar su opacidad para un resultado absolutamente natural. Se fabrican a mano, por lo que se adaptan a cada contorno dental y su colocación no implica molestia alguna ni dañar el diente natural.
El antes y el después de las carillas dentales
En el caso de las carillas tradicionales es necesario el uso de anestesia para el tallado de las piezas dentales, pero con Lumineers no. La reducción que hay que hacer sobre el diente es mínima o incluso innecesaria.
Las carillas o coronas convencionales se suelen fabricar en porcelana, un material que, para resultar resistente, ha de ser relativamente grueso. En las carillas Lumineers el material empleado es una cerámica muy resistente y translúcida llamada cerinate. Se trata de una porcelana prensada y reforzada con nanocristales de leucita que logra unos resultados mucho más estéticos.
Lumineers son un 30% más resistentes que las carillas tradicionales y muestra poco ratio de desgaste en comparación con la porcelana convencional.
Translúcidas y naturales
Son un 176% más translúcidas que sus predecesoras. Esto es fundamental para recrear el aspecto de un diente más natural. Las carillas Lumineers están disponibles en 10 colores, y además, presentan tres grados distintos de transparencia que se adaptan a todos los gustos y piezas originales.
Otro de los factores a tener en cuenta es que se trata de un tratamiento reversible. Al no tallarse el diente, se podrían retirar las carillas sin que éste hubiera perdido dentina. Los estudios llevados a cabo hasta ahora hablan de una duración de las carillas Lumineers de hasta 20 años, un tiempo muy superior a los otros modelos existentes.
Paso a paso
Durante la primera visita se toma una impresión de los dientes y se elige el color más adecuado junto con el especialista teniendo en cuenta una serie de factores como el tono de la piel, el tono de base o el de los labios. Hay que tener en cuenta que lo que se persigue con esta técnica es la naturalidad, ya que replican la apariencia natural del esmalte.
En la segunda -y última- visita, se comprueba la forma de las carillas, ya diseñadas y fabricadas a mano, y se hace la prueba de color. Si todo es correcto, se colocan sin dolor y en un tiempo aproximado de una hora dependiendo del número de piezas.
El secreto de la colocación es la luz de polimerización con la que se fijan al diente. No es necesario el tallado previo del diente y solo son ligeramente grabados sin eliminar su estructura sensible ni la dentina.