No es la primera vez que el sector hotelero pide una regulación para la economía colaborativa de empresas como Airbnb o Home Away, a las que muchas compañías del sector consideran competencia desleal. Sin embargo, ahora esa petición queda registrada en un manifiesto que tanto la Organización Empresarial Europea de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (Hotrec) […]
Dirigentes Digital
| 15 dic 2015
No es la primera vez que el sector hotelero pide una regulación para la economía colaborativa de empresas como Airbnb o Home Away, a las que muchas compañías del sector consideran competencia desleal. Sin embargo, ahora esa petición queda registrada en un manifiesto que tanto la Organización Empresarial Europea de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (Hotrec) y la Federación Europea de Sindicatos de los Sectores de la Alimentación, la Agricultura y el Turismo (Effat) han firmado en Bruselas.
Ambas organizaciones, según destacaron desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), marcaron un programa de trabajo para estudiar los puntos de coincidencia, los desafíos y los impactos que la "mal llamada economía colaborativa" genera para consumidores, empleados y empresas.
Durante la reunión se hizo especial hincapié en la preocupación que les provocaba el "rápido y descontrolado" crecimiento que están teniendo los alojamientos particulares con los que trabajan las empresas de la economía colaborativa.
Legislación
El punto más criticado fue el relativo a la rigurosa legislación que tienen que cumplir los establecimientos hoteleros. Desde el sector critican que estas viviendas particulares se evitan este cumplimiento, lo que conlleva ahorro de costes pero, al mismo tiempo, una falta de control sobre su actividad y calidad. "Las compañías del sector turístico, siendo una gran mayoría microempresas, tienen que competir en todos los países soportando muy duras regulaciones para garantizar la salud y la seguridad de los consumidores así como los derechos y obligaciones de los trabajadores", afirmó el consejero de Hotrec, Christian de Barrin.
En la misma línea opinaba Jean-Marc Banquet d’Orx, presidente del grupo de trabajo de diálogo social de Hotrec, quien cree que "el cumplimiento de tanta legislación incrementa en muchas ocasiones el precio del servicio, pero asegura un entorno más seguro para los trabajadores y unas condiciones más justas de empleo".
Para Ramón Estalella, presidente del grupo de trabajo sobre economía colaborativa de Hotrec, "es necesario que las autoridades de los países entiendan que este fenómeno no es nuevo y que puede llegar a tener graves impactos negativos en los residentes, en la recaudación pública y en las garantías de los consumidores si no se regula como una verdadera actividad económica".
Desde Cehat consideran que hay que disminuir las obligaciones legales que debe cumplir un establecimiento hostelero, "ya que en muchos casos hay duplicidades y exigencias absurdas". Para su secretario general, Emilio Gallego, la economía colaborativa es "clara competencia desleal". "Asimismo se produce una completa opacidad a efectos de seguridad que ofrecen los alojamientos ilegales, a cuidar especialmente en el contexto actual. No menos importantes son la condiciones de inseguridad que ofrecen la venta callejera e ilegal de bebidas y comidas o la utilización de domicilios particulares como si fueran restaurantes", apunta Gallego.
Diez pautas de Hotrec
Por ello, desde Hotrec ya habían establecido sus diez pasos para crear una economía colaborativa "sostenible y responsable" y que recoge el portal turístico Hosteltur:
1. Integrar el alquiler vacacional en la legislación como alojamiento turístico.
2. Establecer los procesos para registrarse y obtener permisos.
3. Incluir este tipo de alojamiento en las estadísticas turísticas.
4. Hacer cumplir los requisitos y realizar inspecciones de seguridad y vigilancia.
5. Cumplir con las obligaciones fiscales.
6. Verificar la identidad del cliente atendiendo a los requisitos del acuerdo Schengen.
7. Proteger los derechos y beneficios de los empleados.
8. Proteger la calidad de vida de los vecindarios.
9. Aclarar y garantizar la adecuada distinción entre propiedad residencial y comercial.
10. Controlar la dispersión de los pisos de uso turístico.