Las aseguradoras recuperan 48,10 euros por cada euro que destinan a investigar posibles casos de fraude. Esta es una de las conclusiones que arroja el informe El fraude al seguro español. Año 2017 que acaba de publicar Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA). El estudio ha sido realizado con la información remitida por 38 aseguradoras. […]
Dirigentes Digital
| 19 abr 2018
Las aseguradoras recuperan 48,10 euros por cada euro que destinan a investigar posibles casos de fraude. Esta es una de las conclusiones que arroja el informe El fraude al seguro español. Año 2017 que acaba de publicar Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA). El estudio ha sido realizado con la información remitida por 38 aseguradoras. Estas entidades, que reúnen una cuota de mercado del 54,5%, detectaron 165.959 intentos de estafa el pasado año. Esta cifra no corresponde al número total de fraudes ocurridos en España el pasado año, sino estrictamente a los reportados a ICEA por parte de los participantes en el estudio. Su elevada representatividad permite, no obstante, obtener diversas conclusiones sobre este fenómeno en el país. Es importante destacar que el fraude al seguro es un delito que perjudica a la sociedad en su conjunto. Las aseguradoras resuelven los problemas de la gente con el dinero que le pagan sus clientes. Por lo tanto, cuando un defraudador plantea una reclamación indebida o exagerada lo que hace es tratar de enriquecerse a costa del resto de asegurados. Uno de las tendencias más llamativas de los últimos años es el crecimiento de los intentos de fraude de pequeño importe. En 2017, un 38% de los casos detectados respondían a este perfil. En comparación, en 2011 eran sólo el 29%. Desde el comienzo de la década se ha producido un crecimiento sostenido de las estafas de pequeña cuantía al seguro. Esta dinámica denota un incremento de los intentos no profesionales de fraude. Con todo, continúa habiendo redes delictivas organizadas que simulan siniestros. Sobre todo en el seguro del automóvil. Los datos de ICEA muestran cómo un 63,6% de los casos de fraude detectados se da en el seguro del automóvil. El predominio de este ramo se debe a su elevada presencia. No en vano, es obligatorio que los vehículos a motor circulen con seguro. Las líneas de diversos abarcan otro 29,4% de los intentos de estafa. Bajo esta categoría se encuentran las pólizas de hogar, comercio, comunidades, pymes y responsabilidad civil. Otro 5,9% de los intentos de fraude se produce en los ramos de vida, accidentes y salud. Es decir, en los llamados seguros personales. El 1% restante corresponde a otras líneas de negocio. La inversión media que hace una aseguradora en la investigación de un fraude es de 54 euros. Sin embargo, esta partida varía algo de una línea de negocio a otra. En el ramo de automóviles el gasto medio es de 42,40 euros. Mientras, en los seguros diversos asciende a 78,30 euros. Las pesquisas de intentos de fraudes en seguros personales conlleva una inversión de 46,30 euros. Por último, en la categoría “Otros ramos” esta partida asciende a 119 euros. El retorno medio por investigación, como se indica al inicio de la presente nota de prensa, es de 48,10 euros ahorrados por cada euro invertido. Pero también aquí hay variaciones en función de qué tipo de fraude se analice. Mientras que en los seguros personales se evita el pago de 126,90 euros por cada euro dedicado a investigar, en la categoría “Otros” esta cuantía es significativamente menor: 27 euros. El tipo de fraude que se intenta cometer también varía en función del tipo de seguro. En automóviles, por ejemplo, el intento de estafa más habitual son las reclamaciones desproporcionadas. En concreto, esto ocurrió en un 38,5% de fraudes analizados. Le siguen en importancia la ocultación de las lesiones o daños preexistentes. Esta se da en otro 19,5% de los casos. Entre las pólizas de diversos, categoría que engloba los seguros de multirriesgos, lo más frecuente son los siniestros simulados (28,1%). Mientras tanto, los intentos de estafa en seguros personales (vida, accidentes o salud) suelen conllevar la ocultación de lesiones o daños preexistentes. Así ocurre en un 52,2% de los intentos de fraude en esta categoría. En la categoría “Otros” destacan las reclamaciones desproporcionadas (46,2%). […] (Ver nota de prensa adjunta).