Los expertos de JP Morgan AM lo tienen claro. A pesar de que el Banco de Inglaterra sorprendió al decidir no bajar los tipos en su última reunión, “es probable que a los bancos centrales les corresponda una vez más conformar el panorama de la inversión en el segundo semestre de 2016, y las perspectivas […]
Dirigentes Digital
| 19 jul 2016
Los expertos de JP Morgan AM lo tienen claro. A pesar de que el Banco de Inglaterra sorprendió al decidir no bajar los tipos en su última reunión, “es probable que a los bancos centrales les corresponda una vez más conformar el panorama de la inversión en el segundo semestre de 2016, y las perspectivas de relajación económica provocarían una nueva caída de los rendimientos de la deuda pública en todo el mundo”. Según los cálculos de la entidad, cerca del 36 % de la deuda pública de mercados desarrollados se negocia ya en territorio negativo, “y es probable que esta cifra aumente en los próximos trimestres si los bancos centrales de todo el mundo continúan relajando sus políticas monetarias”, insisten. La tendencia se acelera, además, día tras día. Este gráfico elaborado por Barclays así lo evidencia, con un úndice que traquea unos 47,3 billones de dólares de deuda con grado de inversión vendida en 24 divisas diferentes, e incluye desde bonos soberanos a activos como valores respaldados por hipotecas. Más de una cuarta parte de todos esos bonos se sitúan con rentabilidades por debajo de cero, y más de la mitad por debajo del 1%. “Las perspectivas de que los tipos permanezcan más bajos durante más tiempo han favorecido a los mercados de renta variable de todo el mundo”, indican desde JP Morgan, ante inversores ávidos de mayores retornos. Pero la compra de activos seguros no cesará, y ya se está extendiendo a otras áreas del mercado de renta fija. Por ejemplo, en la deuda corporativa. La pasada semana, Deutsche Bahn AG, la Renfe alemana, se convirtió en la primera empresa no financiera en vender deuda a tipos negativos. Una operación que podría preverse, después de que el Tesoro (Deutsche Bahn es una empresa pública), también emitiese por primera vez en su historia deuda con vencimiento a diez años con una rentabilidad negativa. En concreto, Alemania vendió 4.038 millones de euros en papel con vencimiento en 2026 a un interés medio del -0,05%, muy por debajo del 0,14% ofertado en la anterior subasta al mismo plazo. Es decir. Los inversores que compran estos bonos y decidan mantenerlo hasta vencimiento, recibirán menos dinero del invertido. Desde JP Morgan insisten en que a medida que los principales bancos centrales entran en territorio de tipos negativos, “la búsqueda de la rentabilidad ha entrado en un nuevo capítulo este año”. Según sus cálculos, este año, las clases de activo que ofrecen a los inversores un nivel alto de cupón o de dividendo se han comportado mucho mejor que la renta variable global (con un nivel menor de dividendo). El “turismo de rentas, en el que los inversores emigran a clases de activo más arriesgadas mirando únicamente el nivel de cupón o dividendo, es comprensible considerando el mundo de tires negativas en el que hemos entrado, pero no es recomendable”, advierten. Así, consideran que los activos con un mayor nivel de cupón o dividendos pueden llevar asociados mayores riesgos, “particularmente la falta de liquidez”, recordando lo ocurrido recientemente en el sector inmobiliario del Reino Unido, donde las restricciones de liquidez han llevado a que se limitaran los niveles de reembolso de los inversores. “En resumen, los inversores deben hacer la tarea y comprender todos los riesgos cuando se lancen a la búsqueda de la rentabilidad”.