El pasado 17 diciembre los actuales líderes de los dos países, Barack Obama y Raúl Castro, dieron cada uno de manera simultánea una comparecencia televisiva histórica en la que anunciaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Obama lanzaba el mensaje que la política de Estados Unidos había sido un fracaso durante todos estos año y Castro […]
Dirigentes Digital
| 24 jul 2015
El pasado 17 diciembre los actuales líderes de los dos países, Barack Obama y Raúl Castro, dieron cada uno de manera simultánea una comparecencia televisiva histórica en la que anunciaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Obama lanzaba el mensaje que la política de Estados Unidos había sido un fracaso durante todos estos año y Castro apelaba a la dignidad del pueblo cubano por resistir en este tiempo.
Con el triunfo de la Revolución Cubana a finales de los cincuenta, Fidel Castro emprendió profundas reformas en el país que afectaba a los intereses de estadounidenses en la isla. Desde el principio, Washington decidió adoptar sanciones económicas para debilitar al nuevo régimen, pero no fue hasta 1960 cuando se prohibió todo tipo de exportación de productos a cubanos a Estados Unidos y prohibir cualquier representación política en la isla. El arresto y la expulsión de los diplomáticos estadounidenses Edwin L. Sweet y William G. Friedmande cerraron la puerta del diálogo hasta el nuevo el siglo.Dos años más tarde se vivió la mayor tensión entre los dos países provocando una crisis mundial. Tras varios intentos de golpe de Estado y el intento de invasión de Bahía Cochinos, el régimen castrista desplegó por toda la isla misiles soviéticos de media distancia capaces de alcanzar la costa estadounidense. Por suerte, la sangre no llegó al río, pero el embargo a Cuba se recrudeció. El presidente John F. Kennedy amplió las restricciones comerciales parciales impuestas tras la revolución por Eisenhower a todo el comercio, a excepción de la venta no subvencionada de alimentos y de medicinas. Un año más tarde los viajes y las transacciones financieras de los ciudadanos estadounidenses a Cuba fueron prohibidos.Cuba quedó aislada del mundo occidental convirtiéndose totalmente de sus aliados.
Con el anuncio de final de año, se estableció la hoja de ruta para normalizar las relaciones con la apertura de embajadas en los dos países, reducir las restricciones para viajar a ambos países por sus respectivos nacionales y apertura financiera entre los dos Estados.
Poco a poco, las dos naciones van dando los pasos en la dirección correcta. Por fin las banderas ondean en territorio que antes era enemigo. Ya se han firmado los primeros acuerdos para desbloquear la actividad bancaria entre entidades financieras. El Banco Stonegate de Florida y el Banco Internacional de Comercio de Cuba han anunciado que, a partir de ahora, facilitarán las operaciones financieras entre empresas y ciudadanos de ambos países. El acuerdo, que entrará en vigor en las próximas semanas, facilitará "la capacidad de mover dinero fácilmente entre los dos países" y "beneficiará a las empresas estadounidenses que deseen hacer negocios en Cuba", tal y como ha señalado la propia entidad estadounidense. El pacto sigue en la línea que se inició en el mes de mayo cuando el Ejecutivo cubano abrió una cuenta en el Stonegate. Y el Senado estadounidense está iniciando los trámites necesarios para barrer la prohibición de viajar a Cuba.
Pero el camino es largo y todavía falta por recorrer asuntos escabrosos, empezando por el bloqueo económico. Obama no lo tendrá fácil para consolidar el acercamiento histórico con Cuba con el levantamiento de sanciones. Necesita el apoyo republicano para destejer las leyes que mantienen en pie el bloqueo.
En la recta final de su segundo mandato, el presidente americano está intentando dejar su legado en la Casa Blanca con la política exterior. El acuerdo con Irán es otro gesto más para dejar su impronta. Pero con Cuba la obra no estará completa sin levantar el bloqueo, quitar al país caribeño de la lista de países que apoya el terrorismo y desmontar Guantámano. Pero para todo ello, necesitará el apoyo republicano.