Según Rebeca Ávila, editora de WorkingOutfits experta en estilismo, protocolo y comunicación tras más de quince años de experiencia en el mundo de las Relaciones Públicas, "el vestido es esa prenda fetiche que toda mujer profesional debería tener en su armario por su versatilidad y adaptación a su estilo de vida". ¿Por qué es el […]
Dirigentes Digital
| 19 ene 2015
Según Rebeca Ávila, editora de WorkingOutfits experta en estilismo, protocolo y comunicación tras más de quince años de experiencia en el mundo de las Relaciones Públicas, "el vestido es esa prenda fetiche que toda mujer profesional debería tener en su armario por su versatilidad y adaptación a su estilo de vida".
¿Por qué es el vestido una pieza clave en los outfits de trabajo?
Es la prenda femenina por excelencia que permite a la mujer profesional alejarse del código masculino. La mujer está perdiendo el miedo a llevar su feminidad a la esfera corporativa pues ¿quién dijo que sea incompatible con la profesionalidad? Además es cómodo y fácil de llevar. Con el vestido no hace falta combinaciones por lo que es perfecto para esos días que no apetece pensar qué ponerse para ir a la oficina. Queda bien a todas las mujeres y existen multitud de opciones: diferentes colores, cortes y estilos; existe un vestido para cada mujer, ya que es una prenda muy versátil que permite construir estilismos más formales o informales en función de los complementos por lo que es perfecto para jornadas non-stop. Con bailarinas y accesorios conforman un look discreto para el día y combinado con sandalias y maxiaccesorios es perfecto para la noche. Es atemporal y no pasa de moda. Invertir en un vestido es invertir en un buen fondo de armario; con el vestido siempre se acierta porque es la prenda que más viste a la mujer.