Incluso la propia Christine Lagarde se había mostrado favorable a la inclusión de la moneda en la cesta SDR, lo que significa que el yuan adquirirá un nuevo papel de moneda de reserva internacional. El interés del gigante asiático porque esto suceda viene de lejos. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, recuerda […]
Dirigentes Digital
| 30 nov 2015
Incluso la propia Christine Lagarde se había mostrado favorable a la inclusión de la moneda en la cesta SDR, lo que significa que el yuan adquirirá un nuevo papel de moneda de reserva internacional. El interés del gigante asiático porque esto suceda viene de lejos. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, recuerda cómo ya en 2011, la divisa cumplía unos de los criterios para pasar a formar parte de este selecto grupo: su peso en las exportaciones globales. "Pero no cumplía el de ser una moneda bajo fluctuación libre y utilizada a nivel internacional", explica el experto.
En los últimos años, el Gobierno chino y el banco central del país han ido dando pasos hacia una mayor apertura económica, y en un reciente documento, el propio FMI reconocía que aunque desde niveles bajos, "el uso del CNY es cada vez mayor y en general cruzado frente a las cuatro monedas que ya forman parte de lo SDR".
La gran pregunta es ahora qué implicaciones reales tendrá para el mercado financiero chino. Y global. "De entrada, es evidente que a corto plazo habría una recomposición de las reservas de los bancos centrales a nivel internacional para incluir el yuan", indica Campuzano. Y este factor es positivo para China en términos de mayor margen de maniobra de su organismo monetario en su objetivo de mantener unas condiciones financieras laxas. "Hasta el momento ha mantenido dos objetivos contradictorios: el anterior e intervenir en el mercado de divisas para limitar la caída de su moneda", indica el experto.
Sin embargo, desde la entidad se preguntan si China cumple de verdad el criterio de convertibilidad y elevada liquidez que una moneda debe tener para entrar a formar parte de la cesta. "Cuando piensas en China inmediatamente te viene a la cabeza su importancia política y cada vez más económica a nivel mundial. Pero, de forma paralela, también valoras la lentitud en las reformas financieras (y económicas, hasta políticas) que, por ejemplo, ahora suponen uno de los más importantes riesgos a los que se enfrenta en los próximos meses", indica el experto. A su juicio, la inclusión en el SDR del yuan valida la importancia económica, "pero también supone una baza de confianza a las autoridades chinas para que sigan con las reformas financieras".
En el mismo sentido se manifiestan desde Fidelity, que apuntan a que el movimiento tiene un carácter más "simbólico" que las propias implicaciones que se puedan dar a corto plazo. "Será interpretado como un respaldo oficial del FMI al renminbi como divisa de uso libre, así como un reconocimiento internacional de la creciente importancia de China en el mercado financiero global", indican desde la gestora.
Pese a los aspectos positivos, las implicaciones directas serán, a juicio de los expertos, limitadas en los mercados de renta variable. "Los bancos centrales y los fondos soberanos están empezando a incrementar su interés por los activos denominados en yuanes, por lo que es previsible que el uso de la moneda en el mercado financiero crezca en el medio plazo, aunque no habrá efecto sobre las Bolsas en el corto plazo", explican los expertos.
Para Raymond Ma, gestor del FF China Consumer Fund, la inclusión del yuan en la cesta del FMI podría incrementar la demanda de renminbis global, "al tener los bancos centrales que reequilibrar sus reservas de divisas en relación con el benchmarck del FMI". Por su parte, Bryan Collins, gestor del FF China RMB Bond Fund, "el renminbi es la nueva moneda de reserva mundial, jugando un rol cada vez mayor en el comercio global y los flujos de capitales".
Los expertos coinciden en que el cada vez mayor protagonismo de China en el escenario internacional obliga al país a ser contundente en la apertura de sus mercados financieros. Y recientes datos de SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) evidencian que el esfuerzo de las autoridades por alcanzar este objetivo empieza a dar sus frutos. En apenas tres meses, el renminbi pasaba de la séptima a la quinta plaza por valor de las operaciones comerciales realizadas, solo por detrás del dólar, el euro, la libra esterlina y el yen japonés.
"Hace dos años, en enero de 2013, la moneda china se encontraba en decimotercera posición, con una participación del 0,63%. En diciembre de 2014, alcanzó la cifra récord del 2,17% del valor de los pagos globales, y se acerca al yen japonés, con una participación del 2,69%", recuerdan desde la firma.