Los analistas de XTB han hecho un ejercicio de análisis para comprobar el impacto que podría tener cada candidato en los mercados financieros. Pese a mantener sus diferencias, ambos candidatos tienen un punto en común que les define, su replanteamiento de política comercial frente a China. "Los productos chinos tienen una presencia cada vez mayor […]
Dirigentes Digital
| 13 sep 2016
Los analistas de XTB han hecho un ejercicio de análisis para comprobar el impacto que podría tener cada candidato en los mercados financieros. Pese a mantener sus diferencias, ambos candidatos tienen un punto en común que les define, su replanteamiento de política comercial frente a China. "Los productos chinos tienen una presencia cada vez mayor en el comercio estadounidense y obliga a ciertos sectores a competir directamente contra el gigante asiático. El establecimiento de trabas a este comercio puede tener importantes consecuencias económicas", indica Javier Urones desde la firma.
La primera de ellas sería un menor crecimiento de China al reducir el ritmo de sus exportaciones, agravando la complicada situación de su moneda, el yuan, y probablemente reduciendo la demanda de materias primas como el petróleo o los metales industriales. "Los bonos estadounidenses juegan un papel clave en el plano económico, ya que China es uno de los principales tenedores de deuda estadounidense, y podría amenazar con vender parte de ella si ve perjudicada su posición en el comercio internacional", recuerda el autor del informe.
En cuanto al impacto en la Bolsa americana, "la historia nos ha demostrado que, de media, un candidato demócrata suele generar mayores subidas en bolsa que uno republicano". Tal y como indican los expertos, en la historia reciente de la bolsa estadounidense, curiosamente, un republicano como Gerald Ford resultó ser el presidente más rentable para los inversores, mientras que otro republicano, en este caso Richard Nixon, fue el que más caídas generó en bolsa.
Desde XTB señalan cómo ciertos sectores podrían verse más beneficiados por la victoria de uno u otro candidato. Por ejemplo, si finalmente Hillary Clinton resulta victoriosa, los expertos apostarían por valores de consumo defensivo, como WalMart, Johnson & Johnson o Procter & Gamble, empresas renovables o farmacéuticas como Pfizer o Allergan. También consideran que empresas de defensa y eléctricas saldrían mejor paradas con una victoria de la demócrata.
En el caso de que el vencedor de las elecciones fuera Donald Tump, desde XTB señalan a petroleras, mineras y gasistas como Exxon Mobil o Conocco ante el apoyo del candidato a los combustibles fósiles. Del mismo modo, la negativa de Trump a la subida del salario mínimo por hora serviría como balón de oxígeno a ciertas empresas de comida rápida, como McDonalds. También Defensa y compañías armamentísticas se verían beneficias de su victoria. Casinos y Finanzas, con la intención de Trump de eliminar la reforma financiera "Dodd- Frank" que regula dicho sector desde 2010, serían otros de los sectores beneficiados.
Por último, Javier Urones recuerda que EEUU supone un mercado muy importante para muchas de las compañías que integran el Ibex 35. "Actualmente el mercado norteamericano supone, al menos, un 20% de la fuente de generación de ingresos para seis compañías que integran el selectivo", indica, recordando que existen compañías como Grifols, que obtienen más de un 60% de sus beneficios entre EEUU y Canadá siguen de cerca las elecciones, ya que un resultado adverso para sus intereses podría afectar a la regulación del sector.
"Viscofan, Acerinox o Ferrovial son también algunas de las empresas españolas que más relación tienen con el país norteamericano, pues cerca de un tercio de su cifra de negocios se genera en ese país. La política comercial afecta también a Latinoamérica, donde una victoria de Trump podría provocar alteraciones en tratados como el NAFTA, que incluye a países como Canadá y México, donde compañías como BBVA, Banco Santander o la constructora OHL tienen una presencia relevante", advierte el experto.
Fuente: XTB