Myanmar es actualmente uno de los países con mejores previsiones de crecimiento para los próximos años y numerosas multinacionales se han dado ya cuenta de ello, como Coca-Cola, KFC o Toyota. Sin embargo, el país viene de una difícil situación política y social que busca solucionar con los comicios celebrados esta pasada semana en los […]
Dirigentes Digital
| 10 nov 2015
Myanmar es actualmente uno de los países con mejores previsiones de crecimiento para los próximos años y numerosas multinacionales se han dado ya cuenta de ello, como Coca-Cola, KFC o Toyota. Sin embargo, el país viene de una difícil situación política y social que busca solucionar con los comicios celebrados esta pasada semana en los que parece que la Liga Nacional para la Democracia podría por fin derrocar al Gobierno militar del USPD.
El país estuvo bajo una dictadura militar entre 1962 y 2011. En este último año, la Junta Militar que gobernaba el país se disolvió y dejó paso a un Gobierno formado por exgenerales, el Partido USPD.
En 1990 se celebraron las primeras elecciones democráticas en las que venció ampliamente la Liga Nacional, pero fueron declaradas nulas. En las siguientes elecciones, ya en 2010, la Liga Nacional fue declarada ilegal y, por tanto, no pudo presentarse. Tras esta última victoria, la Junta Militar se disolvió y dio paso al actual Gobierno, que acaba de perder los nuevos comicios.
Pese al rayo de esperanza que podría ser esta nueva victoria, es importante señalar la enorme influencia que mantiene el ejército en Myanmar, pues la propia Constitución obliga a cederles el 25% de los escaños del Parlamento. Además, distintos ministerios les pertenecen por ley, como Interior, Defensa o Policía. Esto supondrá, según denuncia la ONG BurmaCampaing, que no se podrá fin a los graves conflictos étnicos que asolan al país, pues el nuevo Gobierno de la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi no puede ocuparse de la defensa ni las fuerzas de seguridad.
Previsiones económicas
Igualmente, Myanmar tiene una gran dependencia de sus empresas públicas, gran parte de ellas en manos de militares.
Cierto es que desde la disolución de la Junta Militar, el Gobierno comenzó a abrir el país al exterior y se fueron eliminando las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos. Durante la dictadura, el país se mantenía gracias a las exportaciones a otros países asiáticos de gas, petróleo y piedras preciosas. Ahora, las exportaciones de gas suponen 3.000 millones de dólares según el Banco Mundial.
Hoy en día, la inversión extranjera supone 8.000 millones de dólares, 25 veces más que en el periodo 2009-2010. El PIB en 2014, según datos del Banco Mundial, suponía 64.330 millones de dólares, y un informe de McKinsey de 2013 prevé que en 2030 la economía de Myanmar alcance los 200.000 millones. El año pasado el PIB creció un 8,5% y el Banco Mundial prevé que ese crecimiento se mantenga en torno al 8% al menos hasta 2017.
Los obstáculos del nuevo Gobierno
Al enorme poder e influencia que la Constitución brinda al Ejército, el nuevo Gobierno deberá lidiar con los importantes conflictos étnicos que enfrentan a parte de su población, así como a enfrentamientos entre las guerrillas y el propio ejército.
Además, y pese a la victoria de la Liga Nacional, su líder Aung San Suu Kyi no podrá presidir el país, pues la Constitución prohíbe este cargo a aquellos que tengan hijos extranjeros, y ella tiene varios con nacionalidad británica.
Pese a que el recuento es lento y aún no hay resultados oficiales, parece que los primeros datos apuntan a una clara victoria de Aung San Suu Kyi. Según ha explicado portavoz del partido a Reuters, Win Htein, habrían superado el 70% de los votos, más del 67% necesario para vencer al actual Gobierno. Además, según ha explicado el subdirector de la Comisión Electoral, Thant Zin Aung, a France Press, un 80% de la población habría acudido a votar.
Ante este histórico proceso electoral y la gran participación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon ha felicitado al pueblo en un comunicado por su "paciencia, dignidad y entusiasmo".