Lo que Trump te da, Trump te lo quita. Esta frase podría servir bien para los mercados emergentes en este ‘joven’, aunque turbulento 2017. Pues si bien la retórica proteccionista del recién estrenado presidente de Estados Unidos, así como el miedo a que desate una ‘guerra comercial’, lastran las expectativas de estos países, el apetito […]
Dirigentes Digital
| 06 feb 2017
Lo que Trump te da, Trump te lo quita. Esta frase podría servir bien para los mercados emergentes en este ‘joven’, aunque turbulento 2017. Pues si bien la retórica proteccionista del recién estrenado presidente de Estados Unidos, así como el miedo a que desate una ‘guerra comercial’, lastran las expectativas de estos países, el apetito por el riesgo desatado por sus promesas de inversión y pro-crecimiento, dan ‘alas’ a estos activos. Activos que se apoyan también en el buen comportamiento de las materias primas, que continúan rebotando con cierta alegría tras una primera mitad de 2016 desastrosa para la gran mayoría a vueltas con la oferta y la demanda. El petróleo es sin duda el mejor ejemplo de esta recuperación, pero también los metales industriales y las commodities agrícolas, que se ven respaldadas por la mejora macro que apoya la demanda, a pesar del ‘dolor de cabeza’ que supone la fortaleza del dólar… Desde Saxo Bank, de hecho, aunque creen que el repunte del ‘billete verde’ no durará mucho más allá del primer trimestre, la renta variable de los países emergentes probablemente coseche rendimiento inferiores en este periodo, “a menos que continúen los altos precios de las commodities que compensen las alzas de la divisa”. Con todo, su director de operaciones en renta fija, Simon Fasdal, reconoce que el impacto de un mayor crecimiento podría ser “subestimado”, especialmente “el efecto positivo en las expectativas de estos mercados”. Así, cree que en deuda, la exposición debería buscarse en “productos high spread, en mercados corporativos de Estados Unidos o emergentes, así como en bonos europeos de más corto plazo, centrada en las primas de crédito”. Cuestión de ‘equilibrios’ Por su parte, Oliver Jones, de Capital Economics, reconoce que estas regiones son especialmente vulnerables a la retórica proteccionista de Trump, pero, apunta, desde su elección han logrado resistir “bastante bien”. El MSCI EM Index ha recuperado todo el terreno perdido tras los comicios estadounidenses, incluso México, por ahora objetivo inicial de sus “iras”, apenas está ahora un 2% por debajo de los niveles previos. Para este experto dos son los factores que explican esta “resistencia”. Primero, la compensación de los movimientos de las divisas. Por ejemplo, en el mismo periodo el peso mexicano se ha hundido un 11%, ayudando a amortiguar el golpe a los exportadores del país. Segundo, la escalada de los precios de las materias primas. Un caso claro es el de Brasil con el petróleo y el mineral de hierro. Así las cosas, aunque reconoce que el riesgo que supone que Trump endurezca su política monetaria está ahí, también cree que las commodities no caerán con fuerza. No tienen buenas perspectivas para cobre o hierro, pero sí para otros metales y sobre todo el crudo. “Si bien pensamos que pasarán por apuros, las Bolsas emergentes no sufrirán una gran liquidación. Y, con unas valoraciones aún reducidas respecto a las desarrolladas, hay margen para ganancias de entre el 10% y el 15%, eso sí en 2018”, concluye. El caso concreto del cobre El cobre, tal y como apunta la anterior firma, es una de las materias primas con peores perspectivas para 2017. A corto plazo, Nitesh Shah, analista de ETF Securities, coincide con esta visión negativa, no así a medio y largo. Buena parte del rally experimentado por la commodity se asienta sobre las expectativas de inversión de Trump, así como la especulación pura y dura, por lo que para este experto puede que las ganancias hayan sido “prematuras”. Pero, apunta, “los fundamentales a medio plazo son fuertes (…) lleva en déficit siete años y con la escasa inversión reciente, continuará esta situación. Mientras tanto, la demanda se incrementará en grandes países como China”. No espera este experto cambios importantes en el modelo de transición del gigante asiático y esto es particularmente importante pues el país consume cerca del 50% del cobre mundial.