Los datos del último sondeo publicado por la firma de encuestas Datafolha (del influyente diario brasileño A Folha de Sao Paulo), predicen una victoria mínima del aspirante y candidato del Partidos de la Socialdemocracia brasileña (PSDB), Aécio Neves, con un 51% de la intención de votos, frente al 49% de la presidenta Rousseff. Pese a la ventaja […]
Dirigentes Digital
| 19 oct 2014
Los datos del último sondeo publicado por la firma de encuestas Datafolha (del influyente diario brasileño A Folha de Sao Paulo), predicen una victoria mínima del aspirante y candidato del Partidos de la Socialdemocracia brasileña (PSDB), Aécio Neves, con un 51% de la intención de votos, frente al 49% de la presidenta Rousseff.
Pese a la ventaja para Neves, Datafolha recuerda que son los mismos resultados que arrojó el sondeo anterior, publicado en la primera semana del presente mes y después de la primera vuelta electoral que dejó la gran sorpresa del proceso, al dejar fuera de la carrera a la poderosa y mediática Marina Silva quien concurría bajo las siglas del Partido Socialista (PSB).
Asimismo, Datafolha reitera que el margen de error del sondeo es de dos puntos, justo la cantidad de votos que separaría a ambos aspirantes que volverán a enfrentarse el próximo 26 de octubre, en el segundo turno.
En votos totales, Neves aglutinaría el 45% mientras que Rousseff se quedaría con el 43%. Mientras que los electores que se muestran dispuestos a votar en blanco oscilan entre el 4% y el 6%, los indecisos (donde Rousseff tendría más posibilidades de atracción) continúan en el 6% del total.
Por otro lado, la ex candidata, derrotada de forma inesperada en primera vuelta, la socialista Marina Silva, expresó su apoyo al PSDB de Aécio Neves, pese a que gran parte de su campaña se centró en la "nueva política" en la no se contemplaba la opción de pedir los votos de su electorado para otro candidato si los socialistas no pasaban a la segunda ronda.
Al igual que Silva, una de sus mayores aliadas, la educadora y heredera del banco Itaú, Neca Setúbal, manifestó abiertamente esta semana que su voto en la elección del 26 de octubre será para Neves.
Días antes la socialista apostó "por la alternancia en el poder" aunque precisó que pedir el voto de sus votantes para un partido diferente al suyo no le impedirá "seguir siendo libre".
Por su parte, Neves se comprometió a través de una carta que se hizo pública a llevar a cabo ciertas reformas de carácter social y ecologista presentes en el ideario de Silva si finalmente éste llega a la presidencia.
Mientras, Rousseff, arrinconada una vez más por las encuestas y sus opositores, tira de la influyente figura del ex presidente Lula da Silva, quien lleva meses recorriendo el país para que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) continúe cuatro años más al frente de la gestión de Brasil.
No obstante, pese a los últimos movimientos de efecto, la incertidumbre y la sorpresa pesarán una vez en el gigante sudamericano, al que no le gusta declararse con toda sinceridad en las encuestas y donde éstas nunca tienen la última palabra.
