Si en 2008 existía medio centenar de bancos en nuestro país y en 2015 contamos con 14 entidades, el año que viene veremos cómo el número reduce aún más hasta alcanzar, quizá, un solo dígito. Así, cuando ya creíamos que la banca española estaba totalmente estabilizada, descubrimos que aún nos esperan nuevas compras, fusiones y/o […]
Dirigentes Digital
| 31 jul 2015
Si en 2008 existía medio centenar de bancos en nuestro país y en 2015 contamos con 14 entidades, el año que viene veremos cómo el número reduce aún más hasta alcanzar, quizá, un solo dígito. Así, cuando ya creíamos que la banca española estaba totalmente estabilizada, descubrimos que aún nos esperan nuevas compras, fusiones y/o cambios de nombre de las entidades.
¿Por qué son necesarios más cambios?
Los motivos de necesitar una nueva ronda de reestructuración son varios, pero entre los principales encontramos los elevados costes de capital y unas rentabilidades muy bajas del 6,5 % cuando, recordemos, antes de la crisis superaban el 20 %. Como dijo José Carlos Díez, profesor de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares, en una reciente intervención pública, "no hay volumen de negocio suficiente para sostener a la banca en su dimensión actual".
Además, España es el país europeo con mayor número de sucursales por habitante. Y aunque desde 2008 se han cerrado unas 13.000 oficinas, el Banco de España se muestra a favor de seguir cerrando persianas para lograr equiparar el número de entidades con el que existe en países como Francia o Gran Bretaña.
Comprar o ser comprado
En el segundo semestre de 2016 empezará la ronda de fusiones. En el sector se esperan cambios para los bancos cuya rentabilidad oscile entre el 4 % y el 6 % como Ibercaja o Banco Mare Nostrum, y también para los de mora alta, como Liberbank o Cajamar. En concreto, estas entidades podrían ser compradas por los grandes bancos.
Hablando de los grandes y del proceso de reestructuración bancaria española, cabe recordar que BBVA ya ha participado recientemente con la compra de Unnim y CatalunyaBanc, CaixaBank se hizo hace unos años con Banca Cívica y Banco de Valencia, pero Santander aún no se ha estrenado con las integraciones, a pesar de haber hecho público que su estrategia pasará por el crecimiento orgánico, lo que hace esperable algún movimiento en este sentido del banco presidido por Ana Botín.
El caso del Popular
A pesar de formar parte de la media docena de bancos españoles cotizados, la continuidad en solitario de Banco Popular está siendo muy cuestionada por el sector debido a sus actuales cifras: rendimiento inferior al 3 %, coste del capital cercano al 10 % y mora superior al 13 % consecuencia de su elevada exposición inmobiliaria, que a la postre representa casi un 25 % de su crédito total.
A pesar de ello, según fuentes de la entidad, Popular podría realizar pequeñas compras en países como Estados Unidos, México y Portugal para ganar peso y evitar ser absorbida y que su nombre acabe diluyéndose en uno de los grandes.