El consejo de administración de Endesa ha aprobado finalmente la restructuración de sus delegaciones que su matriz, la italiana Enel, lleva meses planteando para simplificar su organigrama. Su intención básicamente consiste en dividir el negocio en dos partes, una en Latinoamérica (en la que el grupo español es líder a través de su filial chilena […]
Dirigentes Digital
| 31 jul 2014
El consejo de administración de Endesa ha aprobado finalmente la restructuración de sus delegaciones que su matriz, la italiana Enel, lleva meses planteando para simplificar su organigrama. Su intención básicamente consiste en dividir el negocio en dos partes, una en Latinoamérica (en la que el grupo español es líder a través de su filial chilena Enersis), y otra en los mercados maduros de Europa.
"La finalidad de estas compraventas es permitir una reorganización del grupo de sociedades que componen el Grupo Enel", afirma la empresa en el comunicado remitido a la CNMV.
Para ello, Endesa tenía que dar el paso de escindir sus activos en Latinoamérica, donde es la primera multinacional eléctrica privada a través de sus filiales, especialmente Enersis, que de este modo quedarían directamente adscritas a Enel, mientras que el negocio en España y Portugal pasaría a formar parte de Enel Energy Europe. A cambio, la multinacional italiana se compromete a reforzar las inversiones en España para los próximos años en cerca de 4.000 millones de euros, especialmente en los negocios de distribución y energías renovables.
"Enel Energy tiene intención de potenciar Endesa, dotándola de un plan de negocio focalizado en el mercado ibérico que permita aprovechar las oportunidades que una mejora del contexto macroeconómico y un marco regulatorio adecuado y estable puedan ofrecer", reza el comunicado.
Para llevar a cabo la operación, que, según lo previsto, se cerraría en el último trimestre del año, los planes de Enel pasan por el lanzamiento de una Oferta Pública de Venta (OPV) "siempre y cuando las condiciones del mercado lo permitan". La eléctrica española tiene en estos momentos un gran potencial en Bolsa (una vez que el déficit de tarifa está controlado y se descartan nuevos ajustes), por lo que tales eventuales operaciones en el mercado servirían para mitigar la creciente deuda del grupo (que supera ya los 41.000 millones de euros) y financiar las inversiones necesarias.
En cualquier caso, la desinversión de Enel en la eléctrica, de la que controla el 92%, nunca excedería el 30%, lo que le permitiría seguir ostentando su posición mayoritaria al tiempo que le reportaría, al precio actual de cotización de 29 euros por acción de la compañía en el Ibex, unos ingresos superiores a 9.300 millones de euros.
Despegue en España
Con la restructuración internacional del grupo, su consejero delegado, Francesco Starace, no sólo pretende dotar de mayor valor al negocio en américa (que constituye el 40% de Endesa), sino también lograr que la eléctrica vuelva a despegar en España en un momento en el que, según ha reconocido el consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, "el nuevo escenario macroeconómico y los índices muestran una mejoría de la economía".
Sin embargo, la compañía ha registrado en el primer semestre del año una caída del beneficio neto del 31%, hasta los 765 millones de euros, como consecuencia, según expresó, de los cambios regulatorios y la devaluación de las divisas. Sin el recorte regulatorio, con efecto retroactivo desde 2012, al que la eléctrica ha tenido que hacer frente en el último trimestre, habría experimentado un crecimiento en España del 2,5% (con él cayó un 19,9), lo cual supone una muy buena noticia tras tres ejercicios consecutivos de reducción de los ingresos.