Las bolsas europeas cayeron ayer con fuerza, lastradas por el mal comportamiento, una vez más, del sector bancario. Desde primera hora del día la “noticia”, luego desmentida por ambas partes, de que el Deutsche Bank había solicitado ayuda “política” a la canciller alemana Merkel para que interviniera a su favor en el conflicto que mantiene […]
Dirigentes Digital
| 27 sep 2016
Las bolsas europeas cayeron ayer con fuerza, lastradas por el mal comportamiento, una vez más, del sector bancario. Desde primera hora del día la “noticia”, luego desmentida por ambas partes, de que el Deutsche Bank había solicitado ayuda “política” a la canciller alemana Merkel para que interviniera a su favor en el conflicto que mantiene con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y que ésta se la había negado provocó una fuerte caída de las acciones de la entidad alemana, caída que terminó por arrastrar al resto del sector. Los inversores temen que la elevada multa que pretende imponer la Administración estadounidense al banco alemán por su participación en la crisis financiera fuerce a la entidad a ampliar capital vía nueva emisión de acciones y que, además, se vea forzado a mejorar sus ratios de capital mediante la conversión de deuda (CoCos) en capital. Estas “dudas” que plantea sobre su solvencia el cuarto mayor banco por activos de Europa, que no por capitalización, hicieron ayer “mucho daño” al resto de las entidades europeas cotizadas. En este sentido, señalar que otros bancos como Barclays o el RBS están siendo investigados por el Departamento de Justicia por los mismos motivos, siendo más que factible que les impongan multas elevadas, tal y como ha sucedido con sus homólogos estadounidenses. Así, ayer las acciones del Deutsche Bank cedieron más del 7%, situándose a su nivel más bajo en décadas (actualmente cotiza a un ratio de 0,3 veces valor en libros 2016 estimado). Además, la fuerte caída experimentada por el precio del crudo el viernes, como consecuencia de las dudas sobre la capacidad de los miembros de la OPEP de llegar a un acuerdo para la congelación de sus producciones en la reunión que mantendrán esta semana en Argelia (también hay muchas dudas de que aunque lo alcancen éste sea respetado o, incluso, sirva para algo), lastró el comportamiento de los valores relacionados con el petróleo durante casi toda la sesión y ello a pesar de que el precio de esta materia prima terminó rebotando con fuerza al término de la misma. Así, y al cierre de los mercados europeos los principales índices bursátiles de la región terminaron con fuertes caídas, y ya van dos días de forma consecutiva, con el sector bancario “liderando” las mismas junto al de seguros y al del automóvil. Por el contrario, los sectores de corte más defensivo mantuvieron un mejor comportamiento relativo durante toda la jornada. Cabe destacar, igualmente, la intervención del presidente del BCE, el italiano Draghi, ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo. Insistió en que la institución utilizará todos sus recursos disponibles para impulsar el crecimiento y la inflación en la región. No obstante, volvió a pedir la ayuda de los Gobiernos de la Eurozona, señalando que el BCE por sí mismo no puede hacer todo el trabajo. Además, advirtió de los efectos colaterales que las políticas de bajos tipos de interés, de durar mucho tiempo, pueden terminar teniendo, uno de ellos la inestabilidad del sector financiero. Cabe interpretar las palabras de Draghi como una advertencia a los políticos de que la capacidad de actuación del BCE está casi al límite y de que, con casi toda seguridad, no habrá nuevas rebajas de tipos de interés. Creemos que los inversores deberían analizar con profundidad su discurso por lo que supone para unos mercados “adictos” a la liquidez que han venido proporcionando los bancos centrales desde el inicio de la crisis financiera. Wall Street, por su parte, también tuvo “un mal día”. Además de contagiarse por el mal comportamiento de las bolsas asiáticas y europeas, en los mercados estadounidenses se recogió con preocupación la publicación de nuevas encuestas que indicaban que la “carrera” por la presidencia de Estados Unidos estaba prácticamente empatada. Muchos inversores, por ello, optaron por deshacer posiciones de cara al debate que celebraron posteriormente ambos candidatos. Finalmente, y según las distintas encuestas publicadas por los medios estadounidenses, todo apunta a que la candidata demócrata, Clinton, se impuso con cierta holgura en el debate al candidato republicano, Trump. Como señalamos ayer, no es que los mercados financieros estadounidenses estén entusiasmados con la posibilidad de que Clinton sea presidenta, sino que la posibilidad de que lo sea Trump sigue inquietándoles por lo incierto de sus políticas. Es por ello que es previsible que la “victoria” de Clinton ayer en el debate sirva para tranquilizar algo los ánimos en este mercado. Por último, y en lo que hace referencia al día de hoy, señalar que esperamos que las Bolsas europeas intenten rebotar desde comienzos de la sesión, aunque lo harán de forma tímida en un principio. Señalar, además, que otro foco de inestabilidad para estas Bolsas, el referéndum que sobre los cambios constitucionales se llevará a cabo en Italia, ya tiene fecha: se celebrará el 4 de diciembre. Este tema creemos que generará bastante incertidumbre a medida que se acerque la fecha, ya que puede suponer la caída del Gobierno Renzi y, por lo tanto, la inestabilidad política de la tercera economía europea. Por lo demás, señalar que esta tarde se publicarán en Estados Unidos dos importantes datos macro: la lectura preliminar de septiembre del índice de gestores de compra de los sectores de servicios, el PMI servicios, y el índice de confianza de los consumidores del mismo mes. Ambos indicadores nos darán una idea del “momento” por el que atraviesa la economía estadounidense y de cómo afronta el inicio del último trimestre del año. Unas cifras por debajo de lo esperado creemos que en esta ocasión no serán bien recibidas por los inversores. Link Securities.