Hasta ahora la economía de España ha evolucionado muy positivamente desde que saliera de la crisis económica en términos macroeconómicos. Sin embargo, las dudas las encontramos en si ya se ha tocado techo en esta aceleración. En este sentido, desde el punto de vista de UBS, la mejor evolución de la economía española respecto a […]
Dirigentes Digital
| 08 may 2018
Hasta ahora la economía de España ha evolucionado muy positivamente desde que saliera de la crisis económica en términos macroeconómicos. Sin embargo, las dudas las encontramos en si ya se ha tocado techo en esta aceleración. En este sentido, desde el punto de vista de UBS, la mejor evolución de la economía española respecto a Italia y Portugal en este ciclo se explica fundamentalmente por un mayor impulso crediticio después del contundente saneamiento de los bancos y por la mayor contribución del sector exterior. La política fiscal ha contribuido a la recuperación en Italia, España y Portugal, ya que el déficit estructural primario ha empeorado en los tres países. España y Portugal también se han beneficiado de la mejora de su competitividad tras las respectivas reformas de sus mercados laborales y por un mayor boom turístico. Sin embargo, estos impulsos, tal y como explica el equipo de la gestora, “están comenzando a disiparse” y, si no lanzan reformas estructurales adicionales, creen que “el crecimiento en estos tres países revertirá gradualmente hacia sus mediocres ritmos potenciales de crecimiento (inferior al 1% en Italia y al 1,5% en España y Portugal) dada la débil dinámica demográfica, la necesidad de contener el gasto público, la normalización de la política monetaria del BCE y el fortalecimiento del euro”. La mejora en las balanzas fiscales ha venido de factores cíclicos, en tanto que el componente estructural ha empeorado sustancialmente en España e Italia y apenas ha mejorado en Portugal. Para los expertos, esto significa que “las métricas económicas y fiscales podrían deteriorarse rápidamente en la próxima desaceleración global”. Creemos que las primas de riesgo de la deuda de España, Italia y Portugal reflejan adecuadamente los estados respectivos de sus finanzas públicas, de su evolución económica y sus riesgos políticos. Pero el previsto final de la expansión monetaria del BCE podría provocar un incremento moderado de las rentabilidades de la deuda en los próximos seis a doce meses, con “los bonos italianos probablemente comportándose mejor que sus otros dos vecinos del sur”. Las primas de riesgo volverán a evolucionar en sintonía con las dinámicas económicas y fiscales de cada país una vez que acabe la expansión cuantitativa. UBS, por tanto, mantiene una recomendación “neutral” en las acciones italianas en la estrategia por países de la Zona Euro y de “infraponderar” las acciones españolas por “la debilidad relativa de sus beneficios empresariales y su elevada exposición a Iberoamérica en un periodo de incertidumbre política”.