Una de las dudas que ha resurgido con fuerza en el mercado es qué pasará con las emisiones de CoCos del popular, que están cayendo de precio al mismo ritmo que la cotización de la compañía. Para los expertos de SelfBank, la situación podría derivar en una conversión de bonos por acciones en caso de […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2017
Una de las dudas que ha resurgido con fuerza en el mercado es qué pasará con las emisiones de CoCos del popular, que están cayendo de precio al mismo ritmo que la cotización de la compañía. Para los expertos de SelfBank, la situación podría derivar en una conversión de bonos por acciones en caso de que los ratios de capital cayesen por debajo de determinados niveles. “Si se produce, este canje terminaría representando cerca del 30% del actual capital social, provocando un efecto dilutivo considerable”, advierten. Esta caída en el precio de los CoCos también ha pillado casi por sorpresa a grandes fondos con fuerte exposición a la entidad y a este tipo de emisiones. Según datos de Bloomberg, Pimco (de la aseguradora Allianz) mantiene más del 30% de los 750 milones de euros que la entidad emitió en 2015. En total, contando con las emisiones desde 2013, la cifra se acerca a los 320 millones de euros. La caída de la cotización también ha puesto en peligro a los fondos con más exposición a la entidad, y cuyos nombres puede consultar aquí. Los expertos destacan que solo hay 3 caminos posibles: 1 VENTA DE ACTIVOS Desde SelfBank explican que aunque ya ha llevado a cabo algunas desinversiones importantes, “lo cierto es que la desesperación del banco le coloca en una posición muy debilitada para negociar”. Hay que recordar que Popular acaba de ingresar 65 millones de euros por la venta del 49% de Tagobank, y 143 millones por el 2,86% que mantenía en la Socimi Merlin. Sin embargo, advierten que no se aprecian mejoras en lo que respecta al ladrillo que supone un serio lastre para la entidad. En el primer trimestre del año, la venta de esta clase de activos apenas superó los 500 millones de euros. 2 AMPLIACIÓN DE CAPITAL Los expertos destacan que la complejidad de esta operación radica en que sería la cuarta llevada a cabo desde 2012, y en esta ocasión sería destinada a institucionales, “probablemente sin derecho de suscripción y sin la posibilidad de que acudiese el público minorista, que fue clave para llevara a buen éxito las anteriores”, explica Felipe López-Gálvez desde la firma. Además, recuerdan que la entidad ya vale menos en Bolsa que la cantidad inyectada por sus accionistas en la ampliación del pasado año (2.500 millones de euros). Los expertos advierten además que, mientras otras entidades han realizado grandes esfuerzos y destinado buenas sumas de dinero en la transformación digital, Banco Popular ha centrado sus esfuerzos en ir apagando fuegos, “por lo que ha quedado muy retrasado en todos los cambios tecnológicos que está experimentando el sector. “En segundo lugar, preocupa su labor comercial, que por el momento no se está traduciendo en una fuga de depósitos, pero que, tras las últimas noticias, tampoco facilitan la captación de nuevos clientes. 3 FUSIÓN CON OTRA ENTIDAD El experto de SelfBank recuerda que, aquella entidad que quiera comprar Popular, contará con aspectos positivos como negativos. Entre los positivos, los expertos señalan que excluyendo la actividad inmobiliaria, el negocio principal del banco generó un resultado positivo de 180 millones de euros en el primer trimestre, siendo banco líder en el segmento pymes con una cuota del 17,7%. Del mismo modo, el ratio de capital ronda el 11,91%, por encima del 11,37% que exige el regulador. Entre los factores negativos para el posible comprador, López-Galván apunta a la dificultad para valorar con exactitud el balance del banco, “donde la propia entidad cifra en más de 36.000 millones los non performing assets”, y la tasa de morosidad alcanzó el 14,6% en marzo, muy por encima del 8,8% de la media del sector en España. “La reestructuración de la plantilla llevada a cabo el pasado año ha permitido a Popular reducir en un 20% sus costes salariales”, recuerdan los expertos. Sin embargo, recuerdan que habría que ver cómo encaja todo ese número de personas en la entidad que lanzase la mejor oferta. Algo que, dando ‘la vuelta a la tortilla’, podría ser positivo si el comprador es un banco internacional sin presencia en España. Del mismo modo, advierten que el deterioro de la imagen del Popular puede resultar en gastos futuros por litigios, a lo que se suman otros como las compensaciones por las cláusulas suelo o posibles irregularidades en la última ampliación de capital.