Dos años después de que los escoceses votasen en contra de la independencia por una diferencia de 10 puntos, Sturgeon ha declarado en un acto de su Partido Nacionalista Escocés (SNP, por su sigla en inglés) que el referéndum británico a favor de abandonar la Unión Europea había cambiado el debate por completo. "Este verano […]
Dirigentes Digital
| 02 sep 2016
Dos años después de que los escoceses votasen en contra de la independencia por una diferencia de 10 puntos, Sturgeon ha declarado en un acto de su Partido Nacionalista Escocés (SNP, por su sigla en inglés) que el referéndum británico a favor de abandonar la Unión Europea había cambiado el debate por completo.
"Este verano hemos presenciado cambios radicales que tendrán un gran impacto en nuestras ambiciones por este país", ha señalado Sturgeon. "El Reino Unido que existía antes del 23 de junio ha cambiado en esencia", ha añadido.
Para Escocia, la perspectiva de un largo periodo de liderazgo conservador en el país junto con un Partido Laborista en plena crisis interna implica que es necesario un nuevo debate sobre el futuro de Escocia. "Para asegurar que se escucha la voz de todos en Escocia en estos tiempos de cambio, inicio hoy en Escocia el mayor ejercicio político para escucharlos", ha declarado Sturgeon según recoge Reuters. A ello, añade que este debate debe influir un análisis sobre la independencia.
Escocia votó a favor de permanecer en la UE con un 62% de los votos, una idea contraria al resultado final. Y es que el propio SNP quiso dejar claro que la pertenencia a la Unión Europea era un factor clave por el que los escoceses votaron a favor de seguir siendo parte de Reino Unido.
El SNP enviará a sus 120.000 miembros a preguntar puerta a puerta cómo se sienten los votantes y qué se podría hacer para ganar una futura votación sobre la independencia. Un tema que generó preocupación para los votantes durante la campaña del referéndum escocés en 2014 fue la economía y la divisa que emplearía una Escocia independiente.
Pese al "no" a la independencia en 2014, la campaña fortaleció al SNP, que ahora tiene 56 de los 59 escaños asignados a Escocia en el Parlamento británico de Londres.