El premio Nobel de Economía George Akerlof afirma que "España necesita un plan de estímulo económico" para combatir el elevado desempleo. Akerlof ha hecho esta afirmación en la inauguración del II Foro de la Economía del Agua, donde Akerlof ha reflexionado sobre las ineficiencias del libre mercado para los ciudadanos y cómo afectan estas a […]
Dirigentes Digital
| 07 jul 2016
El premio Nobel de Economía George Akerlof afirma que "España necesita un plan de estímulo económico" para combatir el elevado desempleo. Akerlof ha hecho esta afirmación en la inauguración del II Foro de la Economía del Agua, donde Akerlof ha reflexionado sobre las ineficiencias del libre mercado para los ciudadanos y cómo afectan estas a todos los aspectos económicos, incluida la gestión del agua y el combate contra el cambio climático, que él considera una "prioridad".
Preguntado por la situación económica de España, Akerlof reconoció que la propuesta que él tiene para afrontar los problemas económicos de España "es muy difícil de aceptar", tanto por las autoridades, como por los ciudadanos. Su propuesta pasa por "subir los impuestos y al mismo tiempo subir el gasto público".
Akerlof explicó que cuando "hay un desempleo tan elevado es porque claramente, la demanda de empleo es inferior a la oferta disponible. Necesitas crear más demanda. Necesitas crear trabajos adicionales y para eso es necesario un plan de estímulo económico", explicó el Premio Nobel, al tiempo que reconoció lo difícil de ejecutar este plan, ya que su propuesta pasa por financiar este plan a través de impuestos. "De esta manera no tendría impacto" en las cuentas públicas, subrayó Akerlof.
Respecto a nivel salarial en España, el economista recalcó que una situación como la actual, "unos salarios altos no son necesariamente buenos", ya que el mercado exportador de España es principalmente la Unión Europea, por lo que una subida generalizada de los salarios podría tener un impacto negativo en las exportaciones.
Akerlof diseccionó el libre mercado capitalista, basándose en su último libro "Phising for Phools", un juego de palabras que en España se ha traducido como "La economía de la manipulación".
El economista admitió que el "libre mercado únicamente funciona correctamente cuando todas las decisiones que se toman [por parte de todos los agentes que intervienen] son correctas". Algo que a juicio de Akerlof es extremadamente difícil, porque el libre mercado es "una tentación constante para que el ciudadano se gaste su dinero", más allá de sus propias posibilidades. La teoría de Akerlof, explicada a través de metáforas sobre pasteles de canela, decisiones de compra en los supermercados y monos capuchinos, es que el libre mercado se aprovecha de las "debilidades" de los consumidores para "obtener un beneficio". A juicio de Akerlof, hay una dicotomía entre las decisiones que son buenas para los ciudadanos y las basadas en caprichos. El mercado se aprovecha de esta fragilidad psicológica "Es como si tuviéramos un mono encima de nuestros hombros, tomando las decisiones de inversión por nosotros". Akerlof añadió otros ejemplos sencillos, pero contundentes: "Nadie desea tener un cáncer por fumar; igual que nadie desea tener un exceso de azúcar o grasa".