El balance del Banco Central Europeo (BCE) arrojó un beneficio neto de 1.190 millones de euros en 2016, un 10,2% más que en ejercicio anterior (1.080 millones), impulsado por el incremento de las ganancias en intereses a través del Programa de Compra de Activos (APP) y del portfolio en dólares. Los intereses netos alcanzaron los […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2017
El balance del Banco Central Europeo (BCE) arrojó un beneficio neto de 1.190 millones de euros en 2016, un 10,2% más que en ejercicio anterior (1.080 millones), impulsado por el incremento de las ganancias en intereses a través del Programa de Compra de Activos (APP) y del portfolio en dólares. Los intereses netos alcanzaron los 1.648 millones, de los cuales; 435 millones vinieron del citado programa, mientras que los intereses derivados del programa de compra de deuda (SMP), tras las dos compras de bonos soberanos llevadas a cabo en 2016, descendieron en 121 millones, hasta alcanzar los 608 millones. Por último, los intereses con origen en activos denominados en otras divisas supusieron 370 millones. España es el segundo país más endeudado con la entidad emisora dentro de su programa de compra de deuda (Securities Market Programme-SMP), con un nominal de 20.100 millones. Italia es el que más se benefició de estas operaciones con un total de 54.900 millones, además de otros estados miembros como Grecia (13.200 millones), Portugal (9.500 millones) e Irlanda (7.300 millones). En total, el BCE tenía en cartera 105.000 millones en deuda soberana al cierre del año, con una vida media de tres años. Estas medidas se enmarcan dentro de la política monetaria expansiva (Quantitative Easing-QE) promovida por el organismo supervisor desde 2009 para reactivar el dinamismo en los mercados europeos. El programa de compra de deuda tiene un doble objetivo; por un lado, reabsorber el exceso de liquidez tras las inyecciones, por otro, intervenir en aquellos países europeos con mayor presión financiera y consolidar las primas de riesgo. El balance del BCE alcanzó en total los 349.000 millones de euros, un 35,8% superior al de 2015.