La morosidad en los créditos comerciales aumentó dos puntos en España, hasta el 44 por 100, y uno en las operaciones de exportación, hasta el 42%. La morosidad en España afecta al 90 por 100 de las empresas en doméstico y al 84 por 100 en los mercados exteriores. Las principales razones de la morosidad […]
Dirigentes Digital
| 07 may 2017
La morosidad en los créditos comerciales aumentó dos puntos en España, hasta el 44 por 100, y uno en las operaciones de exportación, hasta el 42%. La morosidad en España afecta al 90 por 100 de las empresas en doméstico y al 84 por 100 en los mercados exteriores. Las principales razones de la morosidad en España son las mismas que en Europa Occidental: insuficiencia de fondos (53 por 100), financiación alternativa (28 por 100) y la complejidad del procedimiento de pago (21 por 100). La morosidad obliga al 30 por 100 de las empresas españolas a posponer sus propios pagos a proveedores y provoca pérdida de ingresos al 17 por 100. La morosidad más prolongada se da en la industria química, y servicios a empresas, según el último Barómetro de Prácticas de Pago difundido por Crédito y Caución. El porcentaje de impago en España (1,5 por 100) sigue siendo uno de los más altos en Europa Occidental. Las mayores tasas de impago se concentran en los sectores de materiales de construcción, bienes de consumo duradero y servicios. // En Europa, nueve de cada diez empresas experimentan retrasos en el pago de sus facturas B2B, tanto en el mercado doméstico como a la exportación, que afectan al 41% del valor total de sus operaciones a crédito B2B, frente al 39 por 100 registrado en 2016. El estudio indica que los proveedores son más prudentes a la hora de ofrecer crédito a los clientes extranjeros, que se traducen en mayores niveles de morosidad e impago en los clientes domésticos. El 44 por 100 de las empresas cita la insuficiente disponibilidad de fondos como razón por la que sus clientes entran en mora, un 26 por 100 alude al uso de las facturas como fuente de financiación alternativa y un 24 por 100 cree que sus compradores encontraron el procedimiento de pago demasiado complejo. Con un panorama de insolvencia en Europa sin mejoras significativas, las empresas apenas han registrado cambios en los niveles de sus facturas impagadas, que se sitúan al 1,3 por 100.