Las Bolsas europeas cerraron ayer al alza siguiendo la estela de Wall Street, mientras que los bonos cedían posiciones tanto en Europa como en EEUU, con el consiguiente repunte de sus rentabilidades. El dólar, por su parte, ganó posiciones respecto al resto de principales divisas durante la jornada. Así, y tras un inicio de sesión […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Las Bolsas europeas cerraron ayer al alza siguiendo la estela de Wall Street, mientras que los bonos cedían posiciones tanto en Europa como en EEUU, con el consiguiente repunte de sus rentabilidades. El dólar, por su parte, ganó posiciones respecto al resto de principales divisas durante la jornada. Así, y tras un inicio de sesión dubitativo, los mercados de valores europeos fueron poco a poco recuperando terreno, liderados, entre otros, por los valores del sector del automóvil tras publicarse el fuerte repunte que experimentaron en la Zona Euro en el mes de agosto la compra de estos bienes. El deterioro de las expectativas que sobre la economía de Alemania y de la Zona Euro manejan los analistas y los grandes inversores que mostraron los índices ZEW en septiembre afectó sólo de forma marginal al comportamiento de la renta variable europea, quizás porque los subíndices que miden la percepción que tiene este colectivo sobre la situación económica actual tanto de Alemania como de la Zona Euro se mostró sólida, superando las estimaciones de los analistas.
Sin embargo, no fue hasta la apertura de Wall Street, mercado que mostró gran solidez desde el inicio de la jornada, cuando los mercados de valores europeos se decantaron claramente por las alzas. Cabe señalar que es difícil explicar por qué la bolsa estadounidense subió ayer con tanta fuerza. Si el motivo fue que los inversores, tras analizar los datos de las ventas minoristas y de la producción industrial, ambos correspondientes al mes de agosto (ambos estuvieron algo por debajo de lo esperado por los analistas), dieron por hecho que la Reserva Federal (Fed) dejará los tipos de interés sin cambios mañana, cuando finalice la reunión de su Comité de Mercado Abierto (FOMC), ello concuerda poco con unos bonos del Tesoro a la baja y un dólar al alza. Es por ello que pensamos que lo de ayer fue más una reacción de tipo técnico que otra cosa, con algunos inversores posicionándose por si definitivamente mañana la Fed no "mueve ficha".
En ese sentido, señalar que seguimos pensando que el mejor mensaje que podrían recibir los mercados es que el banco central estadounidense incrementa sus tipos de interés de referencia de forma testimonial, lo que demostraría confianza en la evolución futura de la economía estadounidense, y reitera su intención de ir aumentando los mismos de forma muy gradual. Entendemos que de esta forma la incertidumbre que viene lastrando el comportamiento de los mercados de valores occidentales en las últimas semanas, y que está directamente relacionada con la posibilidad de que la Fed lleve a cabo su primera subida de tipos en nueve años, desaparecería, lo que permitiría a los inversores centrarse en los fundamentales de la economía y de las empresas cotizadas. Por el contrario, si retrasa el inicio del proceso de subidas de tipos, como creemos que están descontando los mercados, el mensaje sería el contrario, que tiene dudas sobre la fortaleza de la economía de EEUU y que le preocupa el impacto de la ralentización de la economía de China y de otros países emergentes en la misma, lo que podría ser recibido negativamente por los inversores, quizás no en un principio, pero sí a medio plazo. Además, la incertidumbre respecto a su política monetaria continuaría penalizando a los mercados financieros.
Dicho esto, señalar que hoy y mañana será la Fed y la reunión del FOMC la que monopolizará toda la atención de los inversores. Además, mañana la Fed publicará su nuevo cuadro macro y sus expectativas sobre la evolución de los tipos de interés oficiales. Por último, su presidenta, Janet Yellen, mantendrá una rueda de prensa. Las conclusiones que saquen los inversores de todo ello van a determinar el comportamiento de la renta variable occidental en las próximas semanas. Dado que entendemos que adelantar lo que pueda hacer y decir la Fed es imposible, creemos que la postura más prudente es mantenerse a la espera hasta entonces.
Por lo demás, señalar que hoy en el ámbito macro destaca la publicación en la Zona Euro y EEUU de la inflación de agosto, variable que volverá a estar lastrada por la caída de los precios energéticos. Habrá que estar muy atentos al comportamiento del subyacente del IPC estadounidense, que excluye para su cálculo los precios más volátiles como los de la energía y de los alimentos, ya que un repunte en el mismo puede "servir de excusa" a la Fed para iniciar su proceso de subidas de tipos.
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