Inversores cataríes que poseen la participación más grande en el Deutsche Bank no tienen previsto vender sus acciones y podrían evaluar comprar más si el banco decide incrementar su capital, dijeron a Reuters fuentes conocedoras de la política de inversión de Catar. "Podría estudiarse la compra de más acciones (de Deutsche Bank) (…) pero eso […]
Dirigentes Digital
| 08 oct 2016
Inversores cataríes que poseen la participación más grande en el Deutsche Bank no tienen previsto vender sus acciones y podrían evaluar comprar más si el banco decide incrementar su capital, dijeron a Reuters fuentes conocedoras de la política de inversión de Catar. "Podría estudiarse la compra de más acciones (de Deutsche Bank) (…) pero eso no significa que haya planes inmediatos de hacerlo", señaló una fuente cercana a los cataríes, que controlan algo menos del 10% del banco.
Si el incremento de capital termina siendo necesario probablemente los inversores cataríes participen, ya que quieren mantener su participación en torno al 10%, añadió una segunda fuente cercana al proceso. Las acciones del Deutsche se hundieron el viernes a un récord mínimo intradiario por debajo de 10 euros y, aunque rebotaron y volvieron a superar los 12 euros, siguen estando un 13% por debajo del pico del mes pasado y un 46% por debajo de su cierre del último día del 2015.
Esto implica que los cataríes podrían haber perdido más de 1.200 millones de dólares en sus inversiones en la entidad. En tanto, el consejero delegado de Deutsche Bank, John Cryan, que participa de las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington, tiene previsto reunirse con el Departamento de Justicia y con gerentes de otros bancos de inversión en Estados Unidos para discutir las opciones de la entidad.
No obstante, se espera que las conversaciones con otros banqueros se centren en los pasos inmediatos que podría tomar el Deutsche, como la venta de activos, en lugar de servir para pedir más dinero a los accionistas. La entidad declinó referirse al contenido de estos encuentros. Por otra parte, el ministro alemán de Economía, Sigmar Gabriel, dijo en una conferencia de prensa el viernes que aunque el Gobierno no tiene una evaluación propia del riesgo del banco "es obvio que tenemos interés en que Deutsche Bank vuelva a convertirse en una institución financiera estable con éxito a nivel nacional e internacional".
Lanzar un incremento de capital antes de cerrar un arreglo con las autoridad estadounidenses es considerado algo imposible, pues muy pocos inversores tendrían deseos de comprar acciones sin poder calcular el impacto del acuerdo judicial sobre el capital del banco. "E incluso si se llega a un arreglo, Deutsche Bank probablemente quiera esperar a que el precio de su acción se recupere antes de lanzar un incremento de capital. Actualmente solo podría recaudar unos 4.500-5.000 millones de euros y ellos querrán más", señaló un banquero.
El diario alemán Handelsblatt ha señalado que las principales cotizadas del país estarían preparadas para inyectar capital en el gigante alemán si fuera necesario. La publicación, que no cita los nombres de las compañías ni las cantidades, estaría refiriéndose a un desembolso total de entre 1.000 y 5.000 millones de euros. "Cualquier ayuda del mercado sería mejor que una inyección de dinero público", apunta una de las fuentes consultadas por la publicación.
Dijsselbloem, contra la multa de Estados Unidos
La multa que Estados Unidos ha propuesto imponer a Deutsche Bank es demasiado grande y mina la estabilidad financiera al sacar capital de una institución que está tratando de recapitalizarse y reestructurarse, dijo el presidente de los ministros de finanzas de la zona euro.
Jeroen Dijsselbloem dijo el viernes que el banco, uno de los mayores de Europa, no era "demasiado grande para caer" (es decir, que no debe existir la expectativa de que es obligatorio salvarlo por tratarse de una entidad sistémica), pero rechazó cualquier posibilidad de que fuera a quebrar indicando que tenía amplios colchones de liquidez y un alto ratio de solvencia.
"El concepto de que una entidad es demasiado grande para quebrar es erróneo, tenemos que asegurar que cada banco tiene suficiente capital para que se autorrescate (asumiendo pérdidas los accionistas y/o bonistas), en caso de que haya pérdidas que asumir. Lo que las pruebas de estrés y los supervisores nos dicen es que el banco está suficientemente capitalizado", explicó.