Por encima de los 20.500 puntos el Dow Jones encadena cinco máximos históricos consecutivos, cuando hace menos de un mes que superaba la cota de los 20.000. Otros tantos hitos acumula asimismo el S&P 500 y el Nasdaq. Wall Street está imparable, su fe es ciega en las políticas fiscales y de inversión pro-crecimiento de […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2017
Por encima de los 20.500 puntos el Dow Jones encadena cinco máximos históricos consecutivos, cuando hace menos de un mes que superaba la cota de los 20.000. Otros tantos hitos acumula asimismo el S&P 500 y el Nasdaq. Wall Street está imparable, su fe es ciega en las políticas fiscales y de inversión pro-crecimiento de Donald Trump. Y, aunque los expertos alertan del peligro de decepción, parece inmune al riesgo político … no así Europa. La renta variable del Viejo Continente sigue con retraso a su ‘hermana’ del otro lado del Atlántico, a pesar de lo que ésta última lleva ya recorrido y de los estímulos del Banco Central Europeo (BCE) frente al ciclo alcista de tipos de la Reserva Federal (Fed). Y es que si 2016 fue un año sin gobierno para España y en el que Reino Unido decidió salir de la Unión Europea (UE), 2017 llega con elecciones en el 70% del PIB de la Zona Euro. Holanda, Francia, Alemania, y quizá Italia, acuden a las urnas, con repunte en las encuestas de los denominados partidos ‘populistas’ y claramente anti-euro. Sin olvidar las negociaciones de Grecia con sus acreedores en torno a su rescate y los pagos a los que debe hacer frente… Temor latente… y patente… Así, por ejemplo, aunque el crecimiento se mantiene, la inflación repunta y el BCE declara su apoyo a las políticas acomodaticias, los índices ZEW de febrero, que miden la confianza de los grandes inversores y de los analistas sobre el devenir de la economía, sufrieron un importante retroceso respecto a enero. “Consecuencia de la incertidumbre política en Europa y de las dudas sobre la política comercial de la nueva Administración estadounidense”, apunta Link Securities, destacando su importancia “de cara a la futura evolución de los mercados financieros de la región”. Mientras, la última encuesta a gestores europeos de Bank of America Merrill Lynch , a pesar de que el 23% cree que se podrá superar la previsiones de crecimiento e inflación, pero el 36% identifica a las elecciones y la desintegración como el riesgo más elevado para el mercado. Una cartera táctica frente al riesgo político “El riesgo político en todo el mundo está repuntando y puede durar más tiempo de lo que descuenta el consenso”, alerta Edith Southammakosane, director y estratega de multiactivos en ETF Securities. “Mientras el Brexit es aún incierto, las elecciones alemanas, francesas y holandesas aumentarán las dudas (…) Creemos que muchas promesas de Trump no se harán realidad (…) aunque la volatilidad no ha repuntado aún, la inflación sí, lo que incrementa el riesgo a errores en las políticas de los bancos centrales”. Ante este contexto, en su cartera táctica reduce exposición a renta variable norteamericana y francesa, mientras “sobrepondera Canadá, India, Brasil, Rusia y Turquía”. Asimismo, tras dos meses de infraponderar la mayor parte de la deuda, a excepción del investment grade estadounidense, el portfolio adopta una posición neutral respecto al aumento de tipos y las expectativas de inflación. Finalmente, dentro de las commodities, la cartera incrementa asignaciones a maíz y azúcar; se mantiene neutral en energía y metales preciosos; e infrapondera níquel y estaño. En general, este porfolio se reparte de la siguiente manera: 45% Bolsa, 45% renta fija; y 10% materias primas.