Esta situación podría derivar en un riesgo para Europa de intervención política o reglamentaria estadounidense que no sea del todo acertada. No cabe duda de que contar con bancos europeos que puedan financiar empresas europeas forma parte de la soberanía económica de la región, y sería una desventaja que Europa no lo consiga cuando Estados […]
Dirigentes Digital
| 04 abr 2016
Esta situación podría derivar en un riesgo para Europa de intervención política o reglamentaria estadounidense que no sea del todo acertada. No cabe duda de que contar con bancos europeos que puedan financiar empresas europeas forma parte de la soberanía económica de la región, y sería una desventaja que Europa no lo consiga cuando Estados Unidos o China pueden hacerlo.
La posibilidad de que Europa pueda contar con un banco de inversión global es casi inviable porque no cuenta con competencia fiscal suficiente para ello. Europa no es un Estado en sí. Incluso con la Unión Bancaria y el Mecanismo de Estabilidad Europea seguirá siendo complicado porque los límites para la mutualización de las pérdidas seguirían recayendo en los distintos Estados miembros. Ni siquiera sería inminente la creación de un banco de inversión global con sede en Europa aunque se consiguiera una mayor integración de la zona euro. Al respecto, no se espera ningún cambio en el próximo lustro.
A nivel político, la Comisión Europea debería considerar la industria bancaria como un sector estratégico. Bruegel señala en ese sentido que la Comisión tendría que empeñarse junto con el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra en el desarrollo de una agenda estratégica común para el diálogo entre los reguladores europeos y estadounidenses.
En la actualidad, hay una evidencia clara de que los bancos de inversión estadounidenses están a punto de situarse en primera línea del sector bancario de inversión en Europa. Los cinco líderes Goldman Sachs, Morgan Stanley, JP Morgan, Citigroup y Bank of America Merrill Lynch coparían el mercado. En otras regiones, como la asiática, los bancos de inversión de China ya han superado a los bancos de inversión tanto estadounidenses como europeos.
¿Y cómo funcionan los bancos estadounidenses en la UE? Aunque no suelen ser muy transparentes con su actividad, los informes por países que deben publicar ayudan a los analistas a establecer similitudes. Los bancos de inversión americanos están basados en el modelo tradicional hub and spoke utilizando Londres como su base en Europa, con el 80% del negocio. Dublín y Frankfurt son las otras dos capitales financieras que atraen a los estadounidenses. La primera por su política fiscal y la cercanía del idioma, y la segunda, por su posición dominante en el mercado.
Según el estudio de Bruegel la banca de inversión constaría en un futuro de cuatro niveles. En el primero estarían situados los cinco bancos estadounidenses y detrás, en un segundo nivel, grandes como Deutsche Bank, Barclays y Rothschild en Europa y CITIC en Asia-Pacífico. En el tercer escalón figurarían los bancos de Australia y Canadá y por último, en el cuarto nivel, pequeñas gestoras especializadas de asesoramiento y gestión patrimonial.