Los ministros de Exteriores y Defensa europeos han acordado establecer una misión militar para combatir las mafias que transportan a inmigrantes en el Mediterráneo. El Viejo Continente no ha tenido problema para dar una respuesta militar a la crisis humanitaria que viven miles de personas que emigran a través de África para alcanzar el mundo occidental. Los dirigentes tienen previsto que empiece a funcionar en junio, tras recibir el visto bueno de la ONU.
El punto más controvertido es que el acuerdo contempla la destrucción de embarcaciones en aguas territoriales de Libia, aunque sobre el papel no ha sido explícito. Donde no ha habido acuerdo es en las cuotas propuestas por la Comisión Europeas para acoger refugiados. España ha liderado la oposición del reparto que se ha realizado en función del PIB y tasa de paro. Pero no es el único país. La mayoría acepta el número de acoger 20.000 personas, pero no aceptan los cálculos de reparto. Las cifras del Ejecutivo comunitario ya han sido consideradas ridículas por las ONGs internacionales, cuando solo en Siria se han producido en cuatro millones de refugiados.
El ministro de Exteriores de España,José Manuel Garcia-Margallo, ha indicado que "estamos dispuestos a hacer el esfuerzo solidario que se nos pida, pero debe ser un esfuerzo proporcionado, justo y realista. Y, en mi opinión, los criterios que maneja la Comisión no lo son". A España le corresponde un cupo del 9%, aproximadamente de 1.600 personas, sería el cuarto país de la Unión Europea que más demandantes de asilo debería aceptar tras Alemania, Francia e Italia.