El índice VIX de volatilidad, el "índice del miedo", repuntaba a su nivel más alto en más de seis años y medio y alcanzaba un máximo intradía en 53,29, lectura no vista desde enero de 2009. Ahora en niveles de 40, pero una muestra para todos los expertos del pánico y las turbulencias desatadas por […]
Dirigentes Digital
| 25 ago 2015
El índice VIX de volatilidad, el "índice del miedo", repuntaba a su nivel más alto en más de seis años y medio y alcanzaba un máximo intradía en 53,29, lectura no vista desde enero de 2009. Ahora en niveles de 40, pero una muestra para todos los expertos del pánico y las turbulencias desatadas por el temor a que las autoridades del gigante asiático no sean capaces de reconducir la desaceleración de la economía hasta niveles que no dañen al resto del mundo.
Russ Koesterich, responsable de estrategias de inversión para BlackRock, apunta a un "panorama de ralentización" de la actividad global, "con menor contribución por parte de los mercados emergentes", y llama la atención sobre la "acelerada caída (reciente) de las previsiones de inflación". Parece probable, afirma, que la economía mundial "vuelva a decepcionar".
Así, concluye que un "un mundo marcado por un crecimiento lento, unas previsiones de inflación inestables y el ajuste de la política monetaria en Estados Unidos es incompatible con el entorno de baja volatilidad de los últimos años". Y volatilidad es lo que tenemos, movimientos muy bruscos que han llevado a muchos a preguntarse si estamos también ante un cambio de tendencia.
Y es que, el S&P 500 finalizaba la jornada del viernes por debajo de la media móvil de 55 sesiones por primera vez en tres años, "abriendo el camino para niveles más bajos. Estamos preocupados por la posibilidad de que los próximos días y semanas traigan una mayor reducción del apetito por el riesgo y unos mercados más volátiles", señalan los analistas técnicos de Citi. Y, aunque ahora cotiza por encima, advierten una una "fuerte tormenta técnica bajista una vez que el ha perforado con fuerza el nivel de soporte de 1.980 puntos".
El estratega del bróker estadounidense en España, José Luis Martínez Campuzano, considera que "al final, el principal riesgo para los mercados es… el propio mercado. El elevado apalancamiento de los inversores en activos de riesgo, dada la escasa rentabilidad de la deuda y el entorno de elevada liquidez".
Al mismo tiempo, Goldman Sachs llama a la calma y considera que quizá se ha ido demasiado lejos a la hora de extrapolar la debilidad de China y su impacto en las materias primas. La firma cree que el crecimiento de los países desarrollados (al menos, Estados Unidos y Europa) es "fundamentalmente sólido, no muy sensible al gigante asiático y a los emergentes, y recibirá un impulso de los bajos precios del petróleo".
Con todo, estos expertos reconocen que "si bien puede haber riegos a la baja, ante la falta de confianza, y aunque la inflación puede ser menor, consideramos poco probables una recesión global. Dicho esto, los riesgos en China no hay duda de que han resurgido". Ante el efecto de esta incertidumbre, la firma rebaja su consejo sobre la Bolsa europea hasta neutral desde sobreponderar.
Mientras tanto, Christoph Riniker, estratega jefe de renta variable de Julius Baer, reitera que, a nivel global, mantienen su preferencia por el Viejo Continente frente a Estados Unidos, y dentro del primero abogan por la Zona Euro frente a Suiza y Reino Unido. Es más, la periferia de la moneda única es su apuesta, en concreto Italia y España. Ahora bien, la calificación general para la región es también de neutral.