Un mes de enero algo complicado… pero un de febrero muy positivo para los activos de riesgo. Bueno, también para los activos de menor riesgo. Todos se han beneficiado de un escenario de elevada liquidez en manos de los inversores. Mi estratega de Estados Unidos nos alerta, pese a lo anterior (quizás por lo anterior), […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Un mes de enero algo complicado… pero un de febrero muy positivo para los activos de riesgo. Bueno, también para los activos de menor riesgo. Todos se han beneficiado de un escenario de elevada liquidez en manos de los inversores.
Mi estratega de Estados Unidos nos alerta, pese a lo anterior (quizás por lo anterior), de la posibilidad de correcciones a corto plazo. Correcciones, consolidación, quizás comportamiento lateral con unos mercados que han recorrido buena parte del recorrido del año en apenas un mes y medio. ¿Pesimista? No, en absoluto. Pero, los mercados más tarde o más temprano deben reflejar fundamentales. Y en nuestro caso, la evolución de los beneficios peor de lo esperado a finales del año pasado y con peores perspectivas para este ejercicio merecen al menos ser valoradas por los inversores.
¿Sólo por los beneficios? Tampoco es así. Pero sí se han producido hasta cuatro factores que deben ser tenidos en cuenta:
1. El deterioro sobre lo previsto en los últimos indicadores conocidos en Estados Unidos (no en la Zona Euro, pero sí en general en las economías del G10).
2. El cambio de sesgo desde la Fed (y posiblemente también desde el Banco de Inglaterra… lo veremos este jueves); en Japón, el BooJ es también más neutral de lo esperado a corto plazo.
3. Cuestión de flujos. Y en las últimas semanas hemos visto una rotación desde fondos estadounidenses a europeos, cuando los de renta fija han mantenido una entrada recurrente de dinero haciéndonos olvidar la esperada (desde hace años) rotación de carteras.
4. Otros: geopolítica. Pero me temo que también Grecia seguirá siendo un tema polémico a corto plazo.
Necesitamos mejora en las perspectivas de resultados para crear un nivel sostenible de los mercados que suponga una nueva base para subidas sostenibles…
Desde mediados del año pasado hemos mantenido que las bolsas necesitan subir sobre la base de mejores perspectivas de resultados, no tanto sacrificando ratios relativos de valoración…
Pero, también les entiendo: el tiempo es oro. Y hasta el momento el paso del tiempo ha supuesto un importe coste de oportunidad ante unos mercados, bolsa liderada por la caída de tipos y del spread de crédito, que no hacen otra cosa que subir.
En mi opinión, todo demasiado rápido. ¿Cómo reaccionarían si los tipos de interés de la deuda dejan de caer? ¿y si suben? Naturalmente, poco a poco.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.