Mucho han cambiado las tornas desde el pasado verano, cuando el verano ha pasado de observar ligeros repuntes en la inflación a volver a un riesgo de deflación. "Esto traducido a los bancos centrales significa un mayor margen de actuación a la hora de seguir apoyando el sistema", explica David Ardura, subdirector de Gestión de […]
Dirigentes Digital
| 20 oct 2015
Mucho han cambiado las tornas desde el pasado verano, cuando el verano ha pasado de observar ligeros repuntes en la inflación a volver a un riesgo de deflación. "Esto traducido a los bancos centrales significa un mayor margen de actuación a la hora de seguir apoyando el sistema", explica David Ardura, subdirector de Gestión de Gesconsult.
Del mismo modo, hace apenas unos meses se hablaba sobre cuándo iba a retirar Draghi su política de estímulos. Y ahora el mercado empieza a descontar que esa política se ampliará. "Esto se ha reflejado en el comportamiento de la deuda soberana en los peores momentos de la crisis que hemos tenido en verano. El soporte del BCE ha mantenido, y posiblemente mantendrá, los tipos bajos hasta la vuelta de la inflación en la Zona Euro", insisten los expertos.
Es decir. Tendremos tipos estabilizados mientras se siga hablando de nuevas formas de QE. Y en este escenario, los expertos anticipan una nueva ventana de oportunidad en los mercados de renta fija. No solo en Europa, sino también en EEUU, donde la principal preocupación es a qué ritmo se normalizará la política monetaria de la Fed. "El cuadro macro no justifica un retraso en la subida de tipos, pero ahora ha tenido mucho más que ver la situación de los mercados internacionales", indica Ardura, que considera que la Fed llevará a cabo su primer movimiento "en algún momento del primer trimestre de 2016". Pero a un ritmo muy controlado que no dañe la economía. Bajo este escenario, vuelven a apostar por los bonos flotantes, que han sido una de las categorías que mejor resistió la crisis del mercado el pasado verano.
Tal y como explica Javier Monjardín, director del Departamento de Análisis de Tressis, "ante un escenario de subida de tipos de interés en EEUU, la pregunta que nos debemos hacer es si algún tipo de activo de renta fija nos puede proteger de esta situación o incluso si se podría beneficiar". A su juicio, la respuesta que es que los bonos flotantes otorgan esa posibilidad. Papeles papeles que ofrecen un diferencial sobre una referencia, en este caso la curva estadounidense a diferentes plazos.
Estos suelen ser a 3 meses, 5 años o 10 años. "A modo de ejemplo, si tenemos un bono flotante referenciado al Treasury 5 años más un diferencial del 1%, hoy nos ofrecerá un cupón cercano al 3%, pero en caso de subir la rentabilidad de ese tramos de la curva americana al 3%, nuestro cupón será del 4%", indica el experto.
Por lo tanto, en un entorno tal como el que se aproxima, "desde nuestro punto de vista el tener posiciones en un fondo de inversión que tenga una exposición elevada a este tipo de bonos, que además es complementada con préstamos bancarios, es una buena aproximación al mundo de la renta fija", asegura.
Deuda soberana
El comportamiento de la deuda soberana también ha preocupado recientemente a los inversores. "El riesgo político está llevando a los bonos españoles a cotizar con una prima de tipos de interés sobre los italianos, pero si quitamos ese factor político, deberíamos cotizar con descuento, porque nuestro cuadro macro es mejor", indica David Ardura desde Gesconsult. "Es cierto que la resolución de las elecciones catalanas supuso un estrechamiento respecto a ese diferencial, pero hasta las generales lo tendremos fluctuando en función de las encuestas", advierte.
Así, y a la espera de la resolución de las generales, "creemos que existen alternativas que nos pueden ayudar a paliar ese riesgo político dentro de la deuda pública europea para obtener una rentabilidad y perfil de riesgo similar al de España, como Portugal, la propia Italia o la renta fija corporativa española". Aunque ven mucho riesgo en high yield y el elevado apalancamiento de muchos de estos emisores, sí consideran que la falta de liquidez ha abierto oportunidades en ciertos segmentos de la renta fija corporativa.
"Conseguiremos más plusvalías estando en el bono de compañías como Telefónica o Repsol que en el bono soberano", indica, recordando a los inversores que siempre deben ser valores con demostrada solvencia y que tradicionalmente hayan cotizado con diferenciales muy cercanos a la deuda pública española.