Prueba de ello son las grandes firmas que han participado en esta ocasión: Cartier, Clerc, Chopard, Ferdinand Berthoud, Frederique Constant, IWC Schaffhausen, Jaeger-LeCoultre, Montblanc, Panerai, Perrelet, Piaget, RJ-Romain Jerome, Ulysse Nardin y Vacheron Constantin. Para todos aquellos ajenos al sector: solo pueden participar en SIAR aquellas firmas de probada trayectoria histórica o de nueva expresión […]
Dirigentes Digital
| 23 jun 2016
Prueba de ello son las grandes firmas que han participado en esta ocasión: Cartier, Clerc, Chopard, Ferdinand Berthoud, Frederique Constant, IWC Schaffhausen, Jaeger-LeCoultre, Montblanc, Panerai, Perrelet, Piaget, RJ-Romain Jerome, Ulysse Nardin y Vacheron Constantin.
Para todos aquellos ajenos al sector: solo pueden participar en SIAR aquellas firmas de probada trayectoria histórica o de nueva expresión pero que, en ambos casos, respondan a lo que se conoce en relojería como el ‘criterio de manufactura’; que inventan y desarrollan sus propios mecanismos y funciones para ofrecer una expresión técnica única.
Después de tres días en el que ‘el tiempo’ ha sido el absoluto protagonista y las marcas las mejores anfitrionas para profesionales y amantes de las horas, el balance de esta tercera edición del SIAR ha superado las mejores expectativas. Profesionales del sector, prensa y público entre los que se encontraba el rey emérito Don Juan Carlos, que visitó el salón por sorpresa, dan buena fe de ello.
Piezas únicas con más de una docena de grandes complicaciones, cerca de cincuenta tourbillones, más de una docena de ciclos orbitales planetarios y diez sonerías científicas, han sido los más admirados por el público. Un total de más de 600 piezas, más de una docena de "grandes complicaciones" y de calendarios perpetuos, y más del doble de calendarios anuales, son cifras y datos que no han dejado indiferente ni a profesionales ni a ningún aficionado.
Por primera vez SIAR dio la bienvenida a Ulysse Nardin, una histórica casa de cronómetros que creyó en el silicio como solución para mejorar la regulación en el siglo XXI. Se incorporó Ferdinand Berthoud, la revitalizada expresión del gran genio suizo-francés del siglo XVIII que trajo al SIAR su último reloj para mostrarlo por primera vez en público en España: Chronomètre Ferdinad Berthoud FB1. También Frédérique Constant, uno de los fenómenos de los últimos 20 años por haber estrenado un rango de precio diferente para sus relojes ‘hechos en casa’, y con quien el público pudo disfrutar de su Worltimer Manufactura.
No faltó la vitalidad pop-art de Romain Jerome gracias a las ideas de Emanuel Emch, que ha acercado el reloj un poco más a las galerías de arte, con piezas como su original Batman-DNA Gotham city. La firma Perrelet, quien inventara el primer reloj automático, mostró sus novedades con el rotor transformado en una turbina. Y Clerc, una de las expresiones más contemporánea de los relojes de diseño deportivo, con su modelo Clerc Hydroscaph H1 Chronometer Carbon Edition, que dio buena prueba de ello.
Marcas tan reconocibles como Cartier, Montblanc o Panerai tampoco se perdieron la cita. Un evento que en su tercera edición ha conseguido ser un éxito de asistencia y ha servido como escaparate a los nuevos modelos de relojería más lujosos y vanguardistas del momento.