El presidente de CaixaBank ha afirmado, durante la Junta General de Accionistas que esta operación, "es muy buena para los accionistas de CaixaBank, que tendrán la oportunidad de capturar el valor generado en la aplicación del modelo de negocio de CaixaBank en la franquicia de BPI", pero también "es buena para los accionistas actuales de […]
Dirigentes Digital
| 28 abr 2016
El presidente de CaixaBank ha afirmado, durante la Junta General de Accionistas que esta operación, "es muy buena para los accionistas de CaixaBank, que tendrán la oportunidad de capturar el valor generado en la aplicación del modelo de negocio de CaixaBank en la franquicia de BPI", pero también "es buena para los accionistas actuales de BPI, que pueden vender a un precio razonable o continuar siendo accionistas y beneficiarse de las sinergias previstas de costes e ingresos".
En su intervención ante la Junta General de Accionistas, Fainé destacó que "CaixaBank ha sido capaz de mejorar su rentabilidad gracias al aumento de los ingresos bancarios, a la estabilización de la base de costes recurrentes y a la disminución del volumen de provisiones por una menor morosidad". Además, se mostró confiado en que "la cotización actual ofrece un amplio margen de revalorización". Así, indicó que "la resolución de algunas de las incertidumbres del entorno que están afectando a la acción debería permitir materializar este recorrido al alza".
Fainé explicó que, para el accionista que entró en la salida a Bolsa en octubre de 2007, "CaixaBank tenía a finales de 2015 un retorno total ligeramente positivo y ha superado en 30 puntos porcentuales a la banca española y en 60 puntos, a la banca de la zona euro".
"La rentabilidad por dividendo pagado en el ejercicio 2015 superaba la media nacional y también la media de la banca de la zona euro", explicó Fainé, y afirmó que "nuestra intención es repartir en efectivo al menos el 50% del beneficio neto consolidado del ejercicio". Además, avanzó que en 2016 se pasará de 2 a 3 pagos en efectivo y otro pago se podrá escoger acciones.
Fainé destacó que "mejorar la rentabilidad en este entorno, muy complejo, requiere foco en el cliente, una plantilla motivada, agilidad y calidad en la atención al cliente, sentido de anticipación, masas críticas que permiten economías de escala y una amplia gama de productos y servicios, una política estricta de contención de costes y acciones comerciales continuadas por parte de todos los equipos".
En este sentido, destacó que a mediados del ejercicio 2015, el 28,3% de los españoles eran clientes de CaixaBank, lo que supone un incremento de 70 puntos básicos "y consolida una larga tendencia de crecimiento de nuestra entidad". Perspectivas económicas Asimismo, Fainé pronosticó que este año será "ligeramente mejor" que el 2015, pero advirtió de riesgos, como la evolución de las economías emergentes más vulnerables, el referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea y los efectos de las subidas de los tipos de interés en Estados Unidos.
El presidente de CaixaBank indicó que, "tanto el año pasado como este, esperemos que España lidere esta fase de recuperación entre las grandes economías del área". "Contamos con un buen punto de partida para el 2016, año en el que esperamos que la economía avance a un ritmo sólido, cercano al 2,8%", añadió, gracias a la demanda interna y a la aportación creciente del sector exterior.
Fainé señaló que "hay que continuar mejorando la competitividad para consolidar el superávit exterior y reducir la deuda externa, reducir el déficit público para llevarlo a niveles que nos alejen de zonas de vulnerabilidad y, sobre todo, que la economía continúe creando empleo para reducir la tasa de paro".
Además, subrayó que "el sistema financiero está dando un claro apoyo a la recuperación económica en España", pero advirtió que "las presiones sobre la cuenta de resultados" continúan siendo "fuertes" porque "crece el crédito nuevo, pero no tanto como el que se amortiza del antiguo, el entorno de tipos de interés hace que caigan los ingresos por intereses, la fuerte competencia para conseguir más negocio presiona los márgenes y el aumento de exigencias de capital y liquidez encarece el coste de intermediación; sin olvidar que la caída del coste del riesgo es un factor positivo, pero aún nos encontramos lejos de niveles de morosidad normales".
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, destacó por su parte que "el modelo de negocio de la entidad, sustentado por las fortalezas tradicionales de nuestro grupo, pero aprovechando aspectos innovadores, nos permite hacer una banca diferencial y muy cercana a nuestros clientes".
"Hemos cerrado el año con un posicionamiento muy fuerte y con avances importantes en cuota de mercado", indicó Gortázar, y destacó el incremento de los resultados operativos por una combinación de mejora de las principales líneas de ingresos y una fuerte reducción en la proporción de gastos recurrentes. Además, subrayó la solidez de su balance, con una reducción de los activos dudosos y el mantenimiento de unos elevados niveles de liquidez y solvencia. Asimismo, recordó que en 2015 se cerró la compra de Barclays España, lo que ha permitido a la entidad crecer en áreas estratégicas como la banca premier o la banca privada. Con esta operación, CaixaBank culmina un proceso de 6 integraciones consecutivas desde 2008.