"Ha finalizado la exclusiva concedida a Soros Fund sin que se haya cerrado acuerdo para su inversión. No obstante, la eventual adquisición de derechos de suscripción de FCC correspondientes a B1998, directa o indirectamente, en el marco de la ampliación de capital aprobada por la Junta de fecha 20 de noviembre de 2014, se negocia ahora en base de exclusividad con Control Empresarial de Capitales SA de CV, sociedad perteneciente en su integridad a Inmobiliaria Carso SA de CV que a su vez está controlada por la familia Slim". Con este escueto comunicado FCC ha anunciado la ruptura de negociaciones con el multimillonario George Soros y abrir las puertas a la fortuna de Carlos Slim.
Se deba por hecho que el magnate iba a convertirse en el primer
accionista de la compañía con una inversión de 500 millones. Pero la semana pasada,
DIRIGENTES informaba que que todavía no estaban cerradas las negociaciones, a pesar de que los accionistas aprobaban la ampliación de capital de 1.000 millones, que en principio iba a cubrir el fondo de Soros comprando parte del capital a B1998, sociedad a través de la cual Koplowitz controla la constructora. Ante la posibilidad de que la operación descarrile se han abierto los contactos con la familia de Carlos Slim, una de las fortunas más grandes del mundo.
Con los fondos obtenidos en la ampliación de capital, FCC amortizará una parte del llamado tramo B de deuda por valor de 1.390 millones de euros, que devenga un tipo de interés creciente desde el 11% hasta el 16% y convertible en acciones al final del periodo de 5 años de duración en caso de no ser pagada o refinanciada (conocido en el argot financiero en inglés como PIK).
En concreto, FCC tiene previsto destinar a la amortización de este tramo 765 millones de la ampliación, que servirán para liquidar 900 millones de este préstamo tras aplicar una quita del 15%, ya pactada con las principales entidades acreedoras. El resto de los fondos captados tendrá como destino Cementos Portland Valderrivas (100 millones de euros) y FCC Environment (100 millones).
Los 35 millones restantes se dedicarán a los gastos derivados de la operación. Adicionalmente, el remanente de 490 millones de euros del Tramo B (450 del principal más 40 de intereses capitalizados) verá reducido su interés desde una media del 13,5% al 5%, lo cual implica una rebaja de intereses de 160 millones de euros. La suma de los beneficios producidos por la aplicación de los fondos equivale a una creación de valor de 2,3 euros por acción.