China cuenta con la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo, con 16.000 kilómetros de vías que suponen más de la mitad de todas las líneas existentes. En 2015, el país invirtió más de 820.000 millones de yuanes (más de 125.000 millones de dólares) en la industria ferroviaria, más de los 800.000 millones […]
Dirigentes Digital
| 18 ene 2016
China cuenta con la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo, con 16.000 kilómetros de vías que suponen más de la mitad de todas las líneas existentes. En 2015, el país invirtió más de 820.000 millones de yuanes (más de 125.000 millones de dólares) en la industria ferroviaria, más de los 800.000 millones establecidos inicialmente, e instaló más de 9.500 kilómetros de nuevas vías, por encima del objetivo marcado de 8.000 kilómetros.
Para 2016, China ya se ha propuesto invertir otros 800.000 millones de yuanes (123.000 millones de dólares) para potenciar los ferrocarriles dentro de su territorio nacional. Según indicó el gerente general de la Corporación de Ferrocarriles de China, Sheng Guangzu, el número de pasajeros en 2015 se incrementó un 10%, hasta los 2.500 millones. También creció el transporte de carga (un 20,2% en el caso de la carga en contenedores y un 18,7% en el resto).
El internacional ferrocarril chino
Desde China abogan por este sector para "buscar una mejor interconectividad y una cooperación más estrecha con sus países socios", según la propia agencia de noticias china. Un ejemplo de esto es la importante arteria ferroviaria que conecta China, Laos y Tailandia, que busca reducir los gastos en logística para los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) y facilitar el comercio y los viajes en la región.
Fuera de sus fronteras, China se ha hecho un hueco en la industria ferroviaria mundial y sus trenes ya circulan por países de todos los continentes. Por ejemplo, el pasado mes de diciembre se lanzó la construcción de una línea férrea que conectará Tailandia con China, con 845 kilómetros de vías. La tecnología también está presente en otros proyectos internacionales, como un tramo de vía férrea entre Serbia y Hungría de 350 kilómetros y que será construida por un consorcio liderado por China, o una recién inaugurada línea de metro de Río de Janeiro, con trenes construidos en China.
También pueden encontrarse ferrocarriles "made in China" en África, en países como Nigeria o Etiopía. Incluso hasta Latinoamérica ha llegado la tecnología ferroviaria del gigante asiático, en el ya citado metro de Río de Janeiro, pero también en rutas de cercanías de Buenos Aires. En Europa, además del trayecto Serbia-Hungría, pronto se podrán encontrar trenes chinos en Macedonia.
Principalmente desde 2013, los dirigentes chinos han procurado publicitar su tecnología ferroviaria aprovechando sus visitas internacionales. En noviembre de 2015, por ejemplo, el primer ministro chino, Li Keqiang, llevó a 16 líderes de Europa Central y Oriental a un viaje en el tren bala que une las ciudades orientales chinas de Suzhou y Shanghai, para mostrarles la tecnología china.
La Franja y la Ruta
Y es que el ferrocarril se ha convertido en un componente clave para las relaciones internacionales de China tras la puesta en marcha de la construcción de la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI (comúnmente conocida como "La Franja y la Ruta"), destinada a reavivar las antiguas vías comerciales de la Ruta de la Seda entre Asia, África y Europa.
En palabras del ministro malasio de Transporte, Liow Tiong Lai, la "Franja y la Ruta" de China y, en concreto, la cooperación ferroviaria, brindarán nuevas oportunidades para muchos países, especialmente a los miembros de la ASEAN. "La importancia de la conectividad como un motor del crecimiento no puede ser subestimado. Es por ello que el transporte es uno de los sectores clave para la cooperación Malasia-China, con el ferrocarril como eje central", opinaba el ministro malasio.