Filipinas y China mantienen una vieja disputa por el control de las islas Spratly. Esta situación aparece ahora como telón de fondo mientras el presidente filipino Benigno Aquino se reúne con varios mandatarios de la zona con el objetivo de estrechar relaciones con países como Vietnam o Japón. Sin embargo, Aquino ha apuntado que estas […]
Dirigentes Digital
| 20 abr 2015
Filipinas y China mantienen una vieja disputa por el control de las islas Spratly. Esta situación aparece ahora como telón de fondo mientras el presidente filipino Benigno Aquino se reúne con varios mandatarios de la zona con el objetivo de estrechar relaciones con países como Vietnam o Japón.
Sin embargo, Aquino ha apuntado que estas reuniones no buscan crear alianzas estratégicas contra nadie. A pesar de las palabras, sobre la mesa siguen pesando las tensiones entre ambos países. El presidente filipino además ha repetido varias veces durante los últimos días que el conflicto sigue abierto.
Aquino aseguró en una entrevista con el diario South China Morning Post que no solo habían intentado acercar posiciones con Vietnam (otro país que tiene conflictos territoriales con China) sino también con países como Japón o, incluso, Estados Unidos.
Los problemas de China
Estos acercamientos se producen en un momento en que China comienza a mostrar signos de debilidad económica. Lejos quedan los crecimientos de PIB a doble dígito y ahora la entrada en lo que desde el Gobierno han denominado como "new normal" empieza a preocupar a algunos analistas. Para tratar de disipar las dudas, Pekín sigue con su política de medidas económicas expansivas que buscan generar mayor masa monetaria, dinamizar el consumo y compensar la caída de sectores como el inmobiliario.
Las reuniones estratégicas de Filipinas no han sido las únicas que se han vivido en los últimos tiempos en la región. A finales del año pasado, el primer ministro indio ya comenzó a acercar posiciones con países como Japón. Ante lo cual Pekín decidió mover ficha para posicionarse de nuevo como un socio importante para India. Así las cosas, China reivindica su papel como líder regional y trata de luchar contra los intentos de las potencias más pequeñas de cambiar el orden geopolítico tradicional.