En el último par de meses, la ‘moneda única’ ha escalado desde los 1,08 dólares a máximos de 1,14, a pesar de que la autoridad monetaria de la región ha puesto en marcha más medidas de flexibilización cuantitativa (QE). También el yen se ha revalorizado con fuerza. Y es que, el mensaje dovish de la […]
Dirigentes Digital
| 20 abr 2016
En el último par de meses, la ‘moneda única’ ha escalado desde los 1,08 dólares a máximos de 1,14, a pesar de que la autoridad monetaria de la región ha puesto en marcha más medidas de flexibilización cuantitativa (QE). También el yen se ha revalorizado con fuerza. Y es que, el mensaje dovish de la Reserva Federal (Fed) y el acuerdo tácito del G20 han prevalecido sobre el resto de factores, presionando a la baja al dólar.
Para John J. Hardy, jefe de estrategia de divisas de Saxo Bank, la postura "cauta" adoptada por el banco central estadounidense "hizo que todo el mundo se lanzara a profetizar el final del mercado alcista en el dólar. No obstante, podría no haber acabado aún, sino meramente demorarse".
Al mismo tiempo, añade, el mercado "sospecha que el BCE ha renunciado a mostrar sus ‘agallas’ en la ‘guerra de divisas’", mientras sus nuevos apoyos y la falta de acción política en el frente fiscal, dejan al euro de cara al segundo trimestre "un poco lateral y con riesgos bajistas importantes, a rebufo de un posible Brexit" y de la inestabilidad política que se extiende en la región desde Portugal, a Grecia, pasando por España.
En este sentido, desde Capital Economics añaden que la reciente fortaleza de la ‘moneda única’ se puede explicar "en gran parte por la evolución de los diferenciales de tipos de interés esperados". Lo que a su vez "sugiere que una perspectiva menos dovish de la política monetaria de Estados Unidos relativa a la de la Zona Euro debería conducir a un rebote en el dólar".
De hecho, añaden, es "exactamente esto lo que esperamos, que la Fed se vea ‘obligada’ a subir los tipos más de lo que espera el mercado, mientras el BCE aumenta su QE". Por otra parte, continúan, mientras algunos "indicadores económicos pueden apoyar un euro más fuerte, los más importantes no lo hacen. Las perspectivas de la región siguen siendo mucho peores que las americanas y la reciente apreciación de su divisa sólo puede ampliar esa brecha".
Reconoce, con todo, que su previsión de un repunte del dólar hasta la paridad frente al euro "parece ahora muy ambiciosa y están siendo revisadas", pero, aún así "seguimos creyendo que las divergentes políticas monetarias harán que la moneda norteamericana se aprecie en los próximos meses".
Recordemos que a finales de marzo, Goldman Sachs apuntaba a tres incrementos de tipos (el consenso aguarda dos como máximo) y sobre esta previsión estimaban un repunte del dólar del 15%. "Subir es difícil, pero el dólar va a hacerlo", afirmaban estos analistas.