En su último análisis del sector de la vivienda en España, Fitch destaca que existe en el país una evolución desigual de la demanda y la oferta inmobiliaria. De este modo, conviven en el mercado más de medio millón de viviendas a la venta junto con zonas de alta demanda y escasa oferta, que no deja de revalorizarse. […]
Dirigentes Digital
| 25 oct 2017
En su último análisis del sector de la vivienda en España, Fitch destaca que existe en el país una evolución desigual de la demanda y la oferta inmobiliaria. De este modo, conviven en el mercado más de medio millón de viviendas a la venta junto con zonas de alta demanda y escasa oferta, que no deja de revalorizarse. Así, algunos barrios céntricos de Madrid y Barcelona acumulan subidas de precio que oscilan entre el 15% y el 35% en el tercer trimestre, un fenómeno que desde Fitch consideran “insostenible”. Por ello, la agencia de calificación de ráting alerta del surgimiento de burbujas inmobiliarias localizadas en las zonas más cotizadas de ambas ciudades. Su análisis atribuye este fenómeno a la actual política monetaria del Banco Central Europeo y a la actividad de compradores extranjeros e inversores atraídos por los crecientes precios de compra y de alquiler. Sin embargo, Fitch descarta que estas burbujas localizadas se generalicen a corto plazo, debido al stock inmobiliario que acumula el sector bancario y a los descuentos de entre el 50% y el 60% en la compra de viviendas embargadas. Además, la agencia desvincula los problemas del sector con la recuperación económica, aunque advierte también de dificultades en el acceso a la vivienda. Entre otras, cita el desajuste entre la revalorización salarial y la de los precios inmobiliarios, la más que probable subida de tipos de interés a corto plazo, la menor capacidad de ahorro de las familias o la existencia de vivienda a la venta que el mercado podría tardar hasta 5 años en absorber. A pesar de estas advertencias, el último informe trimestral del Banco de España, en su apartado dedicado al mercado inmobiliario, no destaca ningún indicio de una posible burbuja en el sector. Principalmente, porque el precio de la vivienda crece un 16%, tras experimentar una caída del 37% en el tercer trimestre de 2007, pero también por las bajas cifras de construcción de nueva vivienda y de contratación de préstamos hipotecarios. Por otra parte, el regulador destaca que la compraventa de vivienda, que entre 2004 y 2007 alcanzaba las 800.000 operaciones anuales, mientras que en 2016 los notarios registraron 455.000 operaciones. Además, el Banco de España destaca que la inversión en vivienda se aleja de las cifras previas al estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 y se comporta en línea con los países vecinos. Por ello, el regulador del sector financiero augura un decrecimiento de la demanda a medio plazo y atribuye el actual nivel a decisiones de compra que se han demorado hasta estas fechas tras varios años con condiciones desfavorables. Sin embargo, en línea con la advertencia de Fitch, el Banco de España también atestigua un mercado cada vez más dispar, en el que la Madrid, Cataluña y Baleares muestran un mayor incremento de precios inmobiliarios, mientras la Comunidad Valenciana, Murcia o Cantabria amortiguan las subidas por su mayor volumen de vivienda a la venta.